Finaliza esta noche en el auditorio mayor de la ciudad de Rafaela, la edición número 13 de uno de los festivales más convocantes del país, que volvió a contar con el apoyo entusiasta de la comunidad local y el compromiso político de sus autoridades para garantizar la continuidad de un espacio que ya tiene sello propio dentro y fuera de Argentina. Durante 6 días de una intensa programación que arrancaba desde la tarde temprano, con una batería de espectáculos para niños que se extendía a las plazas, vecinales y la tradicional Carpa de Circo que el festival incorporó en los últimos años, la ciudad entera vibró al ritmo de artistas nacionales e internacionales.
Con una firme convicción política los organizadores apostaron según sus propias palabras a "incluir a más sectores de la ciudad tanto desde lo geográfico como a nivel social, llegando a 18 funciones gratuitas distribuidas en distintos sectores de la ciudad".
Uno de los responsables directos de la existencia de este Festival, Marcelo Allasino, ahora en su carácter de director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro, aprovechó para destacar los alcances de estas políticas culturales.
"El efecto multiplicador de las acciones del INT demuestra claramente cómo las políticas de Estado le cambian la vida a la gente -dijo el día de la inauguración‑ en una sala colmada de espectadores y artistas.
"Si el apoyo al teatro independiente sólo hubiera sido un gesto de gobierno no hubiera podido trascender con la potencia que ha llegado a cada una de las provincias del país", dijo Allasino y aprovechó para recordar la lucha sostenida por los teatreros que lograron en 1997 la sanción de la Ley Nacional del Teatro y sus logros, que han trascendido diversos gobiernos.
Allasino, con una trayectoria artística que lo avala, fue gestor y programador de este Festival al que apoyó también desde su gestión como Secretario de Cultura de Rafaela, tuvo unas emotivas palabras de reconocimiento para uno de los grandes actores rafaelinos, recientemente fallecido, José Pepe Fanto, "el más grande actor que dirigí", quien participara en las últimas ediciones del festival, con un recordado unipersonal.
Fuerte impacto produjo la presentación de la Universidad Veracruzana de México, integrado por actores de más de 65 años, que a partir de "Beisbol", una obra para "antes de morir", pusieron en escena una vitalidad y un despliegue técnico que cautivó a los rafaelinos.
Siempre dentro de la grilla internacional, el actor uruguayo Gustavo Saffores, a partir de un texto de Calderón y la dirección de la reconocida Mariana Percovic, recrea el tortuoso mundo de Ricardo III de Shakespeare en "Algo de Ricardo".
La escena nacional brilló con trabajos como Christiane. Un bio musical científico, unipersonal protagonizado por Belén Pasqualini, La Culpa de nada, dirigía por Victoria Hladilo, "Los Carlinga Shakespir Show" y Rauch, un serio espectáculo para toda la familia, todos provenientes de Buenos Aires y Volver a Madryn de la ciudad de Córdoba.