Firme, sobria, contundente, aunque no sin sufrimiento, la Selección Argentina consiguió en el estadio Ahmad bin Ali, de Rayán, frente a Australiapor 2 a 1 la victoria que le permitió meterse entre los ocho mejores equipos de Qatar 2022. Messi en la primera parte y Julián Álvarez en la segunda, los autores de los goles de La Scaloneta, que buscará el próximo viernes ante Países Bajos su pasaje a las semifinales. Goodwin, con un remate que se desvió en la espalda de Enzo Fernández, anotó el descuento.
El partido frente a Australia, comenzaba a complicarse. Es que la Selección, con un esquema similar al que le permitió florearse frente a Polonia –con el ingreso de Papu Gómez por Di María– se encontró con un rival que le cerró los espacios, le cortó el circuito de juego y, cuando se lo propuso, también se animó a presionarlo.
Ese planteo, junto a la sensación de impotencia de los argentinos, duró 35 minutos. La Scaloneta no le encontraba la vuelta al trámite y, prácticamente no había logrado generar una sola chance de gol. Los australianos, mucho más cómodos, esperaban algún error que los dejara frente al arco de Dibu Martínez. Todo eso, claro está, hasta que apareció Messi y cambió la historia.
De una falta sobre Papu Gómez sobre la franja derecha, nació la jugada de tiro libre que Messi se encargó de iniciar y terminar, con toques previos de De Paul y Mac Allister, con un zurdazo cruzado que se coló sobre el palo izquierdo de Ryan para anotar así su noveno gol en un mundial, y el primero en una fase de eliminación directa.
Con la tranquilidad de la ventaja y la apatía australiana, la Selección encontró en la segunda parte un poco más de espacio como para mover la pelota y generar juego ofensivo. Iba creciendo en la confianza Argentina cuando, tras una salida floja del arquero australiano, De Paul presionó sobre el lateral primero y luego sobre el marcador central y el arquero, y en el enredo de Ryan apareció Julián Álvarez para terminar de despertar la ilusión de "La Scaloneta" con el 2 a 0.
Australia proponía poco, y quizás por eso Scaloni comenzaba a diseñar nuevos cambios en la formación hasta que, a los 77 minutos, un remate de Goodwin desde afuera del área, se desvió en la espalda Enzo Fernández y descolocó por completo al arquero argentino que no pudo evitar el descuento.
Demasiado premio para los oceánicos y un llamado de atención para la Selección, que terminó sufriendo –más allá de las tres chances claras que desperdició en el descuento: dos de Lautaro, una de Messi– en el cierre ante un conjunto australiano que, perdido por perdido, se le fue encima en busca de la hazaña y hasta estuvo cerca del empate en la última jugada, cuando Dibu Martínez tapó en dos tiempos un terrible remate de Grang Kuol que, en su trayecto hacia el arco, había paralizado los corazones de todos los argentinos.