La sobreviviente del femicidio de Punta Lara, donde dos estudiantes de medicina de la Universidad Nacional de La Plata fueron violadas, torturadas y una de ellas, Emma Córdoba, de 26 años, asesinada por un vecino, volvió a relatar los hechos a la fiscal de la causa, Virginia Bravo. “Fui sometida a niveles de violencia intolerables”, reconoció A.L. en un comunicado y recriminó el tratamiento amarillista que tuvieron algunos medios de comunicación. Por otro lado, la fiscal sostuvo a PáginaI12 que la multitudinaria manifestación en las calles de La Plata “sirvió enormemente para concientizar y exigir mayores medidas al Estado”.

Luego de la marcha del lunes pasado, en la que miles de docentes, alumnos y compañeros de Emma pidieran justicia, la causa volvió a tener novedades. En primer lugar, la amiga de Emma –que también sufrió el ataque sexual y que señaló a su agresor– amplió su declaración indagatoria en el despacho de la fiscal Bravo, de la Unidad Fiscal de Investigaciones N° 7 de La Plata, y aportó nuevos datos. Una fuente judicial le contó a este diario que la sobreviviente mantuvo la versión original (cuando aportó el apodo del atacante) y agregó características específicas de su agresor. Ante Bravo también se presentó la ex mujer de Ariel Báez, único detenido en esta causa. Allí reconoció haber sufrido episodios de violencia y agregó que mientras se incendiaba la casa de Emma, su ex marido no había vuelto a su casa.

Ariel Báez está imputado por los delitos de “privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado, homicidio doblemente calificado por ensañamiento y por mediar violencia de género y tenencia de estupefacientes para su comercialización”. El miércoles pasado, Báez declaró ante la fiscal y negó haber participado en el asesinato de Emma.

Por su parte, el abogado de A.L., Jerónimo Iraola, difundió un comunicado de la sobreviviente. En él la amiga de Emma aseguró que “me encuentro en proceso de recuperación, tras el impacto que conlleva el hecho de haber sido expuesta a niveles de violencia intolerables para cualquier persona, y al hecho de tener que afrontar la pérdida de mi amiga” y agregó que “por favor solicito que se trate el caso con perspectiva de derechos, lo que implica entre otras cosas, resguardar mi intimidad, y preservarme, junto a mi entorno, de situaciones que me expongan a un proceso de revictimización”.

“El derecho que me asiste de intentar retomar mi habitualidad, mis rutinas, no debe ser menoscabado por un tratamiento amarillista, que no aporta nada a visibilizar el flagelo de las que somos víctimas cientos de miles de mujeres sino que, por el contrario, pone un énfasis innecesario en detalles que no hacen más que alimentar los múltiples círculos de violencia a las que nos vemos sometidas por imperio del modelo patriarcal”, finalizó el comunicado.

Emma Córdoba cursaba el cuarto año de medicina. El viernes 7, Emma cenaba junto a su amiga, de 26 años, en su casa de Punta Lara, cuando un hombre entró con un revólver a la casa, las ató, las apuñaló, abusó de ambas, incendió la casa y asesinó a Emma.

Informe: Jeremías Batagelj.