Los intendentes radicales de Saladillo, José Luis Salomón, y de Río Tercero, Marcos Ferrer, expresaron su "tristeza" y "decepción" ante el fracaso de la sesión de la Cámara de Diputados en la que se iba a votar la creación de ocho universidades nacionales, luego de que la oposición reclamara que el oficialismo "no había reunido a tiempo el quorum" y decidiera abandonar el recinto.
Salomón dijo que fue testigo de una fuerte "intolerancia" y que le dio "mucha tristeza" que fracasara la sesión especial del jueves pasado, donde debían aprobarse varios proyectos, entre ellos, la creación de ocho nuevas universidades nacionales.
"Fue más trascendente la pelea y no darnos una universidad", criticó el intendente y advirtió que "si no se sesiona este año, la universidad se cae y hay que volver a presentar" la iniciativa.
"No están predispuestos ni de un lado ni del otro entender que hay que compartir el poder", afirmó Salomón, y agregó: "Ojalá pueda concretarse, estuvimos a un paso de lograrlo, pero nos vinimos decepcionados".
"No me gustó para nada lo que vi. Fue penoso y triste", expresó Ferrer, en referencia a la truncada sesión, e instó a "salir de la lógica de la grieta que no le soluciona nada a nadie".
"La comunidad sigue esperando una respuesta de un Estado que, en aquel entonces, decidió explotar deliberadamente la fábrica militar de Río Tercero para encubrir su corrupción", recordó Ferrer sobre el atentado ocurrido el 3 de noviembre de 1995, para ocultar la venta de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia-Herzegovina, que tuvo lugar durante el mandato de Carlos Saúl Menem.
"Ese día nos robaron vidas, sueños, navidades y futuro. En memoria de los que ya no están y para los que seguimos con la herida abierta, pedimos la reparación histórica y la creación de una universidad nacional", aseveró el intendente.
Para Salomón y Ferrer, "la educación tiene que estar por encima de la discusión política y de la grieta".
Escándalo en la sesión
El clima tenso comenzó cuando los legisladores de Juntos por el Cambio (JxC) pidieron a los gritos suspender la sesión por considerarla nula, ya que --según ellos-- el Frente de Todos (FdT) no había reunido el quórum dentro del tiempo reglamentario.
Varios diputados opositores se acercaron al estrado de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, pero quedaron disconformes porque no les cedió la palabra.
"Agarrá el reglamento, ¿sabés leer?", gritó el diputado de la Ciudad por Cambiemos, Fernando Iglesias, cuando Moreau otorgara la palabra a la diputada nacional por el FdT, Marcela Passo.
Legisladoras oficialistas gritaron indignadas "violentos, violentos". Pese a que Moreau intentó consensuar pidiendo "un minuto de silencio", la oposición respondió con un rotundo "no".
"A mí no me van a tratar más así por ser mujer", dijo Moreau, frente a más gritos y señas de rechazo desde la bancada opositora. Tras los gritos e insultos entre las bancadas, JxC decidió abandonar el recinto y finalmente la sesión fue levantada. Se espera que la próxima sesión se realice el 15 de diciembre.