A cuatro semanas exactas de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), los encuestadores coinciden en que Cristina Fernández de Kirchner encabeza la intención de voto, sacándole una pequeña ventaja a Esteban Bullrich, el candidato de Cambiemos, en el crucial territorio bonaerense. Prácticamente todos están de acuerdo en que es una elección pareja, pero los especialistas en campañas electorales tienen opiniones divididas en un punto: la mayoría dice que la batalla es principalmente entre CFK y Bullrich, pero tres consultores sostienen que es una pelea de tres, en la que Sergio Massa-Margarita Stolbizer no están tan lejos, por lo que se quedan con una parte importantísima del electorado. Por ahora, Florencio Randazzo está alejado de estas posiciones, pero su postulación está en los comienzos. Practicamente todos los encuestadores piensan que la izquierda hará una buena elección.
PáginaI12 dialogó con nueve de los más conocidos consultores en campañas electorales. Sus diagnósticos desmienten la idea de que hay una guerra de encuestas. Su datos se parecen bastante y las diferencias se ven en el análisis, en las perspectivas para el 13 de agosto. Por supuesto que todos están de acuerdo en que el marco de la elección es una mala situación económica –una desventaja decisiva para Cambiemos– pero también hay franjas que creen que las cosas pueden mejorar. Polémicas sobre la inseguridad, la corrupción, el gobierno kirchnerista, todos terrenos en los que puede avanzar Cambiemos y también 1País, el frente de Massa, y Cumplir, de Randazzo.
Tres
Federico Aurelio, hoy a la cabeza de Aresco, señala que “visualizamos a CFK levemente arriba de Cambiemos pero con diferencias menores, y unos puntos más abajo a Massa en el tercer lugar. Eso hace que se presente un escenario de incertidumbre electoral. La diferencia porcentual entre las tres principales fuerzas políticas no son lo suficientemente relevantes para poder pronosticar con claridad el orden de las mismas. Sí están claro los pisos y techos electorales de cada fuerza. Este escenario electoral se desenvuelve en el marco de un malhumor económico gravitante con más profundidad aún en el Gran Buenos Aires. CFK capitaliza el voto de los que van a votar pensando primordialmente en la situación económica pero no logra capitalizarlo con exclusividad dado que parte de los bonaeresenses consideran al gobierno anterior como parte responsable de la situación actual. El Frente Cambiemos lidera la intención de voto con claridad dentro de los que están pensando en darle más importancia a la corrupción y a los problemas de inseguridad y narcotráfico. La disputa pasado/presente será un eje asegurado de discusión electoral de Cambiemos y CFK, y en el medio Massa ampliará la responsabilidad a ambos y seguirá diseñando propuestas sobre los problemas de la gente con un doble desafío: que lleguen al electorado y que el electorado se convenza que sean propuestas creíbles”.
En otra
“La campaña recién empieza y la mitad del electorado está desinteresado en la elección –sostiene Hugo Haime, de Haime y Asociados–. La preocupación mayoritaria es por la situación social y económica que se percibe cada dia peor. Precios, inseguridad, trabajo, bajos salarios son los temas del hablar cotidiano. En ese sentido todo lo que se vea como aporte y solución por parte de la dirigencia política es bienvenida, todo lo que se lea como discusión política es una molestia. A esto debemos agregar que el nivel de aprobación del gobierno nacional viene disminuyendo y que si bien la gobernadora conserva buena imagen su gestion no luce tan sólida como hace meses atrás. En ese contexto hoy la dinámica electoral muestra que la elección no esta polarizada Por un lado tenemos el voto duro de CFK, que tiene dificultades para pasar un techo, aparece liderando. Massa y el candidato del gobierno se disputan votos entre sí, ya que Massa le esta tomando a Cambiemos votantes desilucionados de primera vuelta. Cambiemos intenta impedir esto y a su vez tomarle votos a Massa, por eso la virulenta campaña del gobierno contra 1País. Massa a su vez toma votos de Scioli. Y a su vez Randazzo también intenta tomar votos de Scioli y de Massa. Como vemos un tironeo por los votos que se comenzará a clarificar recién sobre los últimos días de campaña. Tan claro es que no hay polarización que tambien los candidatos de izquierda, aunque divididos, toman una porción del escenario”.
Punta
“Es cierto que CFK picó en punta –señala Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP)–. Al día de hoy obtiene el 33,5 por ciento de los votos, valor que la proyecta por encima de los 35 puntos. No queda duda alguna que a Cristina se la ama o se la odia, sin términos medios. Además, son tiempos de vacas flacas en la imagen de todos los políticos del distrito: con la sola excepción de Vidal, que no es candidata. En síntesis: techos de crecimiento similar para todos. El posicionamiento de CFK es contundente: el 97,6 por ciento de los que la eligen es porque creen que representa la única alternativa para ponerle freno a las consecuencias de la aplicación del actual modelo económico. Los candidatos de Cambiemos ocupan el segundo lugar de intención de voto, con el 29,8 por ciento. El desafío que se les presenta es importante: su primer candidato necesita de la marca para llegar a ese valor (si se pregunta sin nombrar a Cambiemos obtiene alrededor de 3 puntos menos) y si se lo quiere potenciar, su campaña deberá ser sostenida sustancialmente por María Eugenia Vidal y en forma eventual por Mauricio Macri. La principal fortaleza es que sus votantes consideran que representa la mejor manera de erradicar la corrupción y las prácticas de la vieja política. Massa y Stolbizer intentarán transitar por la ancha avenida del medio. Hasta el momento su objetivo obtiene un resultado relativo: rozan el 19 por ciento de intención de voto y su proyección es aún una incógnita. La imagen negativa de Massa trepó a 57,4 por ciento y su núcleo de posicionamiento se estableció en el segmento de los independientes. ¿Logrará crecer? Esa es la pregunta que se irá develando en la campaña. Randazzo debe recorrer un largo camino en un corto lapso. Los valores de intención de voto así lo demuestran: apenas conquista un 4,7 por ciento de las voluntades bonaerenses. Tras su negativa a conformar la unidad con el kirchnerismo, su imagen positiva cayó al 32,7 por ciento. Con un agravante: en su posicionamiento, opositores, independientes y oficialistas poseen un peso similar. Para este candidato se hace necesario la construcción de un posicionamiento diferencial, tarea necesaria en muy poco tiempo”.
Sin polarización
“A un mes de las PASO, el electorado bonaerense parece decidido a eludir la polarización a que intentan forzarlo tanto el gobierno como el kirchnerismo –opina Enrique Zuleta Puceiro, al frente de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM)–. A poco de iniciada la contienda, la candidatura de Cristina Kirchner quebró la primacía que desde hace meses ostentaba la candidatura de Cambiemos. Los cuatro puntos de ventaja que llevaba el oficialismo a lo largo de todo el último año se vieron desbordados, sobre todo en la boleta de senadores. Al día de hoy, CFK encabeza los alineamientos electorales con un porcentaje de votos aun no proyectados del 33,4, en tanto que Bullrich disminuyó al 31,9. Si bien en términos estadísticos la diferencia es mínima y por debajo del error estadístico de las encuestas, las ventajas reales y potenciales de CFK son importantes. Mas que su porcentaje de votos, lo que importa es que la elección tiende a convertirse en un plebiscito acerca de la gestión económica del gobierno nacional, un terreno que, sobre todo en el GBA le es desfavorable. Lo decisivo es que la elección tiende a despolarizarse, en perjuicio sobre todo el polo oficialista. Massa y Randazzo crecen sobre sectores medios en el interior de la provincia, desencantados con la gestion oficial e interesados en marcar límites a la indiferencia ante sus necesidades y reclamos. Tanto Massa como Randazzo han puesto también campañas interesantes, orientadas hacia la demanda y sensibles por ello ante el reclamo de un electorado que pide cambio generacional, agendas, propuestas en el capo del trabajo, la salud y la seguridad. Ofrecen sobre todo equipos con gente experimentada y a la que poco parece importarles la lucha por la hegemonía. Massa trepó en las últimas semanas del 16 al 19,4 y Randazzo remonto un cuatro por ciento inicial a un más que prometedor 7,4. Ambos apuntan al 2019 y eso los libera de posturas forzadas y del lenguaje crispado de Cambiemos y del kirchnerismo. CFK capitalizó su sorpresiva y sorprendente capacidad para recrear un escenario de épica electoral y el gobierno luce desconcentrado y desconectado de los climas sociales predominantes en sectores muy amplios de la sociedad bonaerense, para los que la política económica no ofrece nada nuevo”.
Estabilidad
Raúl Timerman, director del Grupo de Opinión Pública (GOP), sostiene que los datos son estables en la Provincia. “En nuestro último estudio identificamos que la ruptura del PJ es visualizada por la gente como una simple táctica electoral de Cristina y no constituye una traición o un cambio estructural de los partidos políticos bonaerenses. En la Provincia compiten dos grandes marcas, Cristina y Cambiemos, y la situación de empate técnico ya estaba en los escenarios de hace unos meses, cuando no se habían confirmado las candidaturas. No vemos modificaciones dramáticas por la decisión de Cristina y Randazzo de presentarse. Esto es así a pesar de la alta imagen positiva de la gobernadora Vidal. Pero en las elecciones lo que se pondera son las políticas nacionales y no la gestión provincial. Hay un dato que me parece fundamental para un diagnóstico y todavía no tenemos. Faltan buenos estudios del interior de la Provincia, lo que implica un 35 por ciento del padrón que, sabemos, no es demasiado afín al kirchnerismo”.
CFK +40
Artemio López, titular de Equis, ve un panorama distinto, mucho más contundentes. “La Provincia ofrece hoy un dominio electoral nítido de CFK con un piso del 40 por ciento de intención de voto y ya en segundo lugar habiendo concretado el sorpasso a 1País, se ubica el candidato Esteban Bullrich con 25. Para cerrar el podio está Massa con el 18 por ciento. Randazzo discute palmo a palmo con el representante del FIT, Néstor Pitrola, ambos en torno al tres por ciento de los votos”.
Parejo
Analía Del Franco, de ADF Consultores, también piensa que la tendencia es estable. “Si la pregunta que se hace al electorado considera los espacios políticos, Cambiemos liderada por la gobernadora Vidal presenta una leve diferencia de tres puntos sobre el espacio de Kirchner. La situación revierte si la pregunta considera las listas presentadas. La de Bullrich y Gladys González no retiene hasta el momento el caudal de la gobernadora, cayendo entre siete y diez puntos, por debajo de Unidad Ciudadana. Estos puntos que pierde el oficialismo -por el momento- no se transfieren mayoritariamente a otro candidato sino que migran a una respuesta indecisa. Si se mantiene esta situación, la estrategia de tracción que hará el oficialismo tiene posibilidades de éxito. Lo que atenta a este pronóstico de tracción de votos por parte de la gobernadora es el crítico diagnóstico de la población sobre la situación económica y social. La oposición no K comienza -a partir del inicio de campaña- la carrera por la captación de los electores por fuera del núcleo duro de Cambiemos y Unidad Ciudadana. Son aproximadamente un 40 por ciento de los electores proclives a votar oposición y cada vez más lejos de hacer un voto oficialista, pero que tampoco quieren que vuelva el pasado. Esto mejora la situación de las listas de Frente Renovador, Frente Justicialista y FIT. La dinámica de la campaña va a tener alta incidencia en las decisiones del electorado, ya que hay candidatos como el caso de Randazzo que recién se incluyen en la contienda”.
Dos elecciones
Para Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, “esta elección son dos en una. Por un lado, la evaluación intermedia de la gestión del gobierno. Por el otro, la interna del panperonismo. Las dos principales fuerzas obtienen hoy, cada una un tercio del padrón: Unidad Ciudadana, lidera las preferencias y supera el 30 por ciento y Cambiemos está también ahí. Ambos se van recortando del resto. 1País, tercero, sin grandes oscilaciones y un escalón inferior al tercio.
Por debajo, aparece Cumplir, con un Randazzo con mayor exposición ante los medios y un paulatino crecimiento. Cumplir por ahora, no le extrae votos a Unidad Ciudadana sino al ex Frente Renovador. Cierra el cuadro la izquierda y Pino Solanas con Micheli como primer candidato a diputado. Las alianzas de izquierda (integrada por Pitrola del PO y Del Caño del PTS) hoy tiene una intención de voto que se ubica alrededor del 3,5 por ciento. Las dos principales fuerzas concentran ahora alrededor del 65 por ciento de los votos. O sea, que la polarización, si bien, no se ha completado alcanza un valor importante. El voluminoso voto peronista tendrá tres destinos: el kichnerismo, y los no k: Massa y Randazzo. Ese movimiento electoral se hace sobre un deseo subyacente dirigencial que es la hipotética unidad nacional justicialista hacia el futuro. Como en el juego de la Oca, para el objetivo presidencial hay que superar varios casilleros, queda por delante el peronismo del interior, las organizaciones sindicales, y los movimientos sociales”.
Nacionalización
“La elección de la Provincia se encuentra nacionalizada –diagnostica Fernando Zack, de Analogías–. Lo que allí suceda tendrá efectos políticos en todo el país. Si Cambiemos logra imponerse sobre CFK, el proyecto político del Presidente saldrá fortalecido para avanzar con su agenda de reformas y proyectarse más allá de 2019. Por el contrario, una victoria de CFK significará un duro golpe que lo debilitará profundamente. El escenario electoral se caracteriza por la polarización y una final abierto entre el oficialismo (nacional y provincial) y CFK hoy principal referente opositora. Ambos espacios políticos concentrarán entre el 70 y el 75 de los votos válidos. Si bien los seis sondeos que realizamos desde octubre de 2016 hasta el último de julio de 2017 dan ganadora a CFK (33,5 vs. 31,5 en la última medición), el margen de sólo dos puntos ubica la elección en una situación de empate técnico. No obstante ello, vale destacar que la intención de voto de Esteban Bullrich (24 ptos) se encuentra muy por debajo de la de Cambiemos siendo un gran incógnita si en el marco de la campaña logrará acercarse al potencial electoral del oficialismo.
Muy por debajo de los dos actores protagónicos, se encuentra Sergio Massa (16,8 de intención de voto) quien es fuertemente afectado por la dinámica de la polarización ya que reduce el espacio a propuestas que no son marcadamente opositoras ni claramente oficialistas.
La candidatura de Florencio Randazzo también ha sido una mala noticia para Massa. Aunque el ex ministro de CFK exhibe hasta el momento una magra intención de voto (4,5), son puntos que ha perdido Massa y que le dificultan mucho el camino para proyectarse como presidenciable de cara a 2019”.