Dieciocho de los 36 pueblos indígenas reconocidos por la Constitución de Bolivia corren el riesgo de desaparecer debido a que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad, afirmó el viceministro de Descolonización boliviano, Pelagio Condori.
El funcionario precisó que la milenaria etnia de los uru murato perdió su medio de subsistencia cuando se redujo el lago Poopó y que los esse ejja enfrentan una situación similar a raíz de la contaminación de las aguas de sus ríos.
Los uru murato, en el oeste del país, están culturalmente fortalecidos porque muchas de sus prácticas están vigentes, pero el lago Poopó, que era el segundo más grande de Bolivia y su principal fuente de vida, está seco por el cambio climático y el impacto ambiental, detalló.
Conocidos como “los hombres del agua”, los uru murato vivieron por siglos de la caza y de la pesca en el ecosistema en torno de ese lago.
Condori explicó también que los yuracarés, en el este de Bolivia, están en riesgo porque los jóvenes y los adultos prácticamente no usan su lengua y las prácticas culturales y ancestrales están en desuso.
Además de esos dos pueblos, están bajo riesgo los yuracarés, los chácobo, los toromona, los tacanas, los whenayek, los yukis y los maropa, entre otros, enumeró el ministro.
Condori subrayó que entre las funciones del Ministerio de Culturas, del que depende su viceministerio, figuran la recuperación, la promoción y la revalorización de los conocimientos y los saberes ancestrales de los pueblos indígenas.
Explicó que para proteger a esas poblaciones en “situación de alta vulnerabilidad”, el gobierno creó por decreto la Dirección General de Protección a Naciones y Pueblos Indígenas Originarios (Digepio), “dependiente del Ministerio de Justicia”.
Agregó que ese organismo fue creado en virtud de la Ley de Protección a Naciones y Pueblos Indígenas Originarios en Situación de Alta Vulnerabilidad vigente.
Dicha norma tiene como objeto “establecer los mecanismos y políticas sectoriales e intersectoriales de prevención, protección y fortalecimiento, para salvaguardar los sistemas y formas de vida individual y colectiva, de las naciones y pueblos indígena originarios en situación de alta vulnerabilidad, cuya sobrevivencia física y cultural este extremadamente amenazada”.