Los salarios mensuales en todo el mundo disminuyeron un 0,9 por ciento en la primera mitad de 2022. De acuerdo a un informe mundial de salarios que realizó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis inflacionaria combinada con una desaceleración del crecimiento económico está causando una drástica caída del salario mensual real en numerosos países. En la Unión europea el salario real descendió 2,4 por ciento en el primer semestre de 2022, mientras que en América Latina y el Caribe cayó 1,7 por ciento en el mismo periodo.
De acuerdo a los datos del organismo para el Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023, por el impacto de la inflación y de la COVID-19, los empleados asalariados perdieron el equivalente a seis semanas de salario durante 2020–21. La pérdida fue mayor entre mujeres, trabajadores de la economía informal, trabajadores con bajos salarios y de países de ingresos bajos y medios.
En América Latina, la OIT estimó que el crecimiento del salario real descendió 1,4 por ciento en 2021 y 1,7 por ciento en el primer semestre de 2022. En América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y cayó 3,2 por ciento en el primer semestre de 2022. En la Unión Europea descendió 2,4 por ciento en el primer semestre de 2022.
"Las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor", dijo el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo. "La desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos."
El informe muestra que el aumento de la inflación y del costo de la vida afecta en mayor medida a las personas de ingresos más bajos. Esto se debe a que invierten gran parte de su renta disponible en bienes y servicios esenciales, los cuales por lo general experimentan un aumento de precios mayor que los productos no esenciales. Además la inflación está debilitando el poder adquisitivo de los salarios mínimos.
El estudio sostiene que es necesario aplicar medidas políticas urgentes destinadas a sostener el poder adquisitivo del salario, especialmente ajustando las tasas de salarios mínimos, una herramienta presente en el 90 por ciento de los Estados miembros de la OIT. "Un diálogo social tripartito y una negociación colectiva consolidadas también pueden contribuir a lograr ajustes adecuados de los salarios durante una crisis", aseguran.
Otras medidas que pueden atenuar el impacto de la crisis del costo de la vida en los hogares es la entrega de bonos a las familias de bajos ingresos para ayudarles a adquirir los bienes esenciales, o la reducción del impuesto sobre el valor añadido de estos bienes para aliviar la carga de la inflación que pesa sobre los hogares y, a la vez, contribuir a bajar los niveles de inflación.
“Debemos prestar atención especial a los trabajadores que se encuentran en la parte media e inferior de la escala de salarios. Luchar contra el deterioro de los salarios reales puede contribuir a mantener el crecimiento económico lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia. Esta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones en todos los países y regiones”, declaró Rosalia Vazquez-Alvarez, una de las autoras del informe.