Por segunda vez en el año, la retroexcavadora volvió a la vera del arroyo Ludueña y recogió de allí toneladas de residuos. Esta vez fueron 110, y 450 en el verano pasado. La intervención sanitaria se hizo a partir de la demanda del vecindario a lo largo del cauce que entra a la ciudad desde el oeste.
La ministra del área, Erika Gonnet, encuadró la intervención en "un conjunto de acciones que venimos haciendo en el territorio, como educación ambiental en una de las escuelas de la zona y sobre la generación y disposición de residuos; también pedimos a la Municipalidad de Rosario que coloque contenedores".
Gonnet señaló que "los abordajes son varios, es preciso encarar el problema de manera integral luego de muchos años en los que no se hizo nada, y con una bajante histórica que dejó todo en evidencia".
Una cuadrilla con retroexcavadora y camiones se abocaron en los últimos días a levantar numerosos micro basurales que la población genera junto al arroyo. Esta vez, el trabajo de saneamiento se hizo en ambas riberas del Ludueña, entre la autopista a Córdoba y la avenida Jorge Newbery, cerca del autódromo municipal.
El problema venía precedido de numerosas denuncias de vecinos que padecen la acumulación de residuos, la generación de olores nauseabundos y la proliferación de roedores e insectos varios.
Las cuadrillas provinciales llenaron camión tras camión y así se llegó a contar más de 110 toneladas de basura diversa.
Desde la cartera de Ambiente se hizo hincapié en que ese mismo tramo del arroyo ya había sido limpiado en febrero pasado, cuando el saldo final fue la recolección de 450 toneladas de residuos. En aquel entonces, la inquietud había partido de vecinos del barrio San Eduardo, que señalaron la existencia de caños clandestinos que salen de Aldea Tenis y del shopping Fisherton Mall, lindero al aeropuerto, además de los residuos que se tiran a la vera del arroyo y que agravan el grado de contaminación en la zona.
La comunicación emitida ayer por el Ejecutivo provincial no dejó pasar el hecho de que la primera responsabilidad para evitar y controlar estos trastornos ambientales es de los gobiernos locales. "El gobierno de Santa Fe interviene de manera extraordinaria con una máquina retroexcavadora y camiones, ya que la gestión de los residuos es potestad de cada uno de los municipios y comunas, según lo establece la ley n° 13.055, de Basura Cero", se indicó.
Agregaron fuentes de gobierno que “la situación del Ludueña requiere un abordaje de largo plazo, que tenga en cuenta la educación ambiental vinculada a la gestión integral de residuos, y que tiene que ser trabajada de manera integral junto a los vecinos de la zona quienes atraviesan la problemática desde hace años”.
El arroyo como foco de contaminación es recurrente. En mayo pasado, también a instancias de vecinos, la fiscal María Laura Martínez activó una investigación penal a partir del hallazgo de “bacterias coliformes fecales” en estudios biológicos realizados sobre aguas del arroyo Ludueña y de un afluente del Saladillo, en la reserva ecológica de Villa Gobernador Gálvez. La causa no tuvo avances.
De fondo, un estudio técnico encargado por Ciudad Futura al Centro de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR confirmó entonces con datos científicos lo que los vecinos de su ribera denunciaron siempre: el alto nivel de contaminación causado por deposiciones de basura y vertido de líquidos de toda clase en el cauce.