Alberto Fernández asumirá hoy en Montevideo la presidencia pro-témpore del Mercosur, en medio de la tensión del bloque con Uruguay que busca en soledad su inclusión en el Acuerdo Transpacífico. El tema quedó expuesto nuevamente ayer en la reunión que mantuvieron los cancilleres. El uruguayo, Francisco Bustillo, volvió a criticar al Mercosur como un escenario "imperfecto" y "languideciente". Y el argentino, Santiago Cafiero, le respondió: "No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque, por el contrario vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura".
El presidente argentino asumirá en ese escenario. Será la última cumbre de la que participa la administración de Jair Bolsonaro por Brasil, quien estará representado por su vicepresidente. Participarán, además, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez y el uruguayo Luis Lacalle Pou, quien deja la presidencia pro tempore. El bloque tiene el desafío de reimpulsar el desarrollo de las cadenas de suministros internas y espera un cambio en el equilibrio de fuerzas tras la asunción de Luis Inácio Lula da Silva, el próximo 1 de enero.
La tensión con Uruguay marcó el encuentro de ayer y marcará la reunión de Presidentes. "Estamos preocupados con problemas que inevitablemente resultarían de las negociaciones individuales: problemas jurídicos y comerciales", sostuvo el canciller de Brasil, Carlos França en la misma línea argentina. Y en la misma posición se pronunció el paraguayo, Julio Arriola: las posiciones unilaterales "son inadecuadas", dijo, "socavan la imagen del Mercosur" e instó a "respetar los textos fundacionales".
Controversia
Hace poco más de una semana, Lacalle Pou anunció el primer paso formal para integrarse al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico, integrado por once países de Asia y América y criticó al bloque que integra junto a Brasil, Argentina y Paraguay. Su canciller, ayer defendió esa postura. Puso en duda "la voluntad" de los países del Mercosur de "aggiornar" y "modernizar" el bloque que se puso en marcha hace 31 años. "No tenemos acuerdos con los principales potencias del mundo", dijo Bustillo y señaló que el Mercosur, desde su formación, sólo ha conseguido y mantiene once acuerdos vigentes y que sólo cuatro de ellos son de comercio con actores "extrarregionales".
La posición no es compartida por el bloque. El pacto de Asunción prohíbe acuerdos unilaterales de los países del Mercosur, está en su adn, y eso es lo que Uruguay amenaza con no cumplir. Por otra parte, desde el resto de los bloques sostienen que el Mercosur batió record de comercio interno y externo durante el 2021 y estos nueve meses del 2022. "Lo que habla de que está vivo y es la enorme herramienta que la democracia regional logró construir", sostienen en Cancillería. Durante la cumbre anterior, Uruguay ya había manifestado la intención de suscribir un Tratado de Libre Comercio con China aunque su administración reconoce que las negociaciones bilaterales encaradas con China y los países del Transpacífico podrían demorar años hasta concretarse. De todas maneras, la postura uruguaya despertó entonces y ahora crítica de los socios.
"Sin dudas, la negociación en bloque es más trabajosa y demanda más tiempo, pero estamos convencidos de que la mejor estrategia no es apresurarse a cerrar acuerdos que, luego, profundicen nuestras brechas productivas y científico-tecnológicas con otros Estados o bloques", dijo el canciller argentino. "Preocupan ciertas actitudes unilaterales --continúo Cafiero--, orientadas a negociaciones bilaterales con terceros países al margen del consenso del bloque". "Lo hemos expresado a través de una nota junto a los coordinadores nacionales de Brasil y Paraguay, consideramos que es contrario a la normativa del Mercosur, no solo, o no tanto porque resulta incompatible con el artículo 1° del Tratado de Asunción de construir una unión aduanera sino, sobre todo, porque es violatorio de la regla del consenso, principio fundamental del Mercosur".
Cafiero comentó los avances del bloque con Indonesia y dijo que el paso "lógico" para el bloque es avanzar con el Caribe. También señaló las negociaciones con la Unión Europea desde donde surgen nuevas exigencias. "A veces la pelota --dijo--no está solo de nuestro lado". "La Unión Europea sigue avanzando con la aprobación del Pacto Verde y, en cada etapa, lejos de morigerar el alcance de las normas, las torna más gravosas para los intereses de países exportadores de bienes agrícolas --explicó--. Muchos productos exportables se volverán más onerosos y algunos, incluso, quedarán fuera del mercado europeo", ejemplificó. "En un mundo que se repliega, acechado por los desafíos de la desigualdad, el hambre, la guerra, el cambio climático", urge, dijo, "crecer juntos" y en la lista de males globales habló del "unilateralismo".
Brasil se manifestó en la misma línea. "Brasil está abierto a discutir modalidades flexibles en nuestras negociaciones externas del bloque, a condición que sucedan de forma franca y transparente y en las instancias del bloque", disparó el diplomático del gobierno de Jair Bolsonaro. "Creemos que el comercio equilibrado va a ser central para el crecimiento de la renta y el bienestar de nuestro pueblos. Tenemos un área de libre comercio de hecho en América del Sur. Se trata de una conquista que no se debe subestimar", señaló en lo que pareció una respuesta directa al Uruguay.
Paraguay asumió la misma postura del resto de los socios del bloque con respecto a Uruguay. "Puede ser que solos se vaya más rápido, pero juntos vamos más lejos", dijo su canciller Arriola, sin perder el tono calmo de la diplomacia. Sobre la coyuntura global, marcada por los efectos de la pandemia de la covid-19 y la guerra en Ucrania, Arriola formuló que es un escenario para "aprovechar la estabilidad del bloque del Mercosur como zona de paz" y para "desplegar la agenda verde de la región". Y apuntó que los países del Mercosur "tienen mucho que ofrecer al mundo como productores de alimentos, en materia de seguridad alimentaria y producción sostenible".
Qatar en Montevideo
El canciller de Bolsonaro se despidió de sus pares del Mercosur con una chicana futbolera. Al finalizar su intervención en la reunión matutina de ayer, el titular de Itamaraty agradeció a los presentes y dijo que "ser ministro de Relaciones Exteriores de un país complejo" fue el mayor desafío de su carrera. "Mi contacto con ustedes fue de gran aprendizaje. Siempre se puede oír, se puede aprender juntos", afirmó.
Sin embargo, en el cierre de su discurso apuntó directamente al canciller argentino Santiago Cafiero, que desde hoy ocupará su lugar en el bloque regional: "Quiero desearle suerte en el trabajo. Me enteré que quien tiene suerte en el trabajo, tiene mala suerte en el fútbol. Le quiero desear mucho éxito", dijo França en referencia al posible cruce entre Argentina y Brasil en las semifinales del mundial que se juega en Qatar y despertó las sonrisas y los aplausos de todos los presentes.