Muchos pubs y cervecerías de todo el Reino Unido se verán obligados a cerrar sus puertas para siempre si no consiguen más subsidios del gobierno para pagar las facturas de luz, advirtieron este lunes integrantes de ese sector. El cierre será masivo si las ayudas para pagar la energía no se extienden más allá del 31 de marzo de 2023, según un estudio de la consultora Frontier Economics elaborado para la Asociación de Pubs y Cervecerías Británicas (BBPA, por sus siglas en inglés).
Covid, Brexit y guerra en Ucrania
Se estima que las facturas de electricidad que vuelvan a su tasa regular después de que en marzo expiren las ayudas que brinda el gobierno pondrían a los pubs y cervecerías en una pérdida del 20 por ciento en promedio, planteó el informe que muestra que los costos de la energía son actualmente la mayor amenaza para su viabilidad y serían aún más letales cuando el plan de ayuda finalice en abril.
Este escenario se sumó a la inflación de costos en otras partes de sus negocios de alimentos y bebidas, lo cual, si se agregan los salarios, contribuye a que se borren los márgenes de ganancia. "Las recientes conmociones económicas de la covid, el Brexit y la guerra en Ucrania han ejercido una presión sostenida sobre las empresas", dijo en el estudio Tim Black, director asociado del equipo minorista y de consumidores de Frontier Economics.
"El sector de pubs y cervecerías se enfrenta a una combinación de aumento de costos (principalmente de energía, pero también de materias primas y salarios) y caída de la demanda, ya que los consumidores reducen sus gastos frente a las graves presiones sobre el costo de vida", explicó Black.
"Una imagen cruda y muy sombría"
Gemma Gardner, quien dirige The York Hotel, un pub con habitaciones en la ciudad inglesa de Morecambe, dijo que sus facturas de energía no solo son exorbitantes sino que su proveedor también agregó cargos adicionales inesperados por fuera de las tarifas estándar.
“Hemos intentado cambiar de proveedor pero nos han rechazado, y la única razón por la que podemos seguir adelante es porque nuestra compañía de bares nos está ayudando. Estamos luchando con nuestras facturas pero también nuestros clientes, por lo que nos vemos presionados en ambos extremos. Incluso hemos empezado a ofrecer comida gratis para animar a los clientes a entrar y comprar bebidas", afirmó Gardner.
Por su parte Emma McClarkin, directora ejecutiva de la BBPA, indicó que es sumamente necesaria una garantía a largo plazo de que los costos de energía y los contratos serán justos y razonables cuando llegue la primavera en Europa. "Están planificando ahora para los meses venideros, pero se necesitan garantías de que las facturas no se disparen eliminando por completo las ganancias", dijo McClarkin.
“Instamos al gobierno a que considere seriamente el impacto que tendrán los costos energéticos vertiginosos no solo en las empresas que tienen que pagarlos, sino también en las comunidades en las que están integradas y a las que sirven en todo el Reino Unido", planteó la directora ejecutiva de la BBPA, para quien las cifras "pintan una imagen cruda y muy sombría de lo que vendrá si nuestro sector no recibe un apoyo adicional luego del primero de abril".
Industriales británicos y estanflación
El sector gastronómico no es el único golpeado por la crisis. La Confederación de la Industria Británica (CBI) reclamó este lunes medidas "para respaldar el crecimiento y la inversión" de cara al 2023. "El Reino Unido está sufriendo una estanflación con una inflación vertiginosa, un crecimiento negativo, una caída de la productividad y la inversión empresarial. Las empresas ven oportunidades de crecimiento potencial, pero la falta de razones para creer frente a los vientos en contra les está haciendo detener la inversión en 2023", advirtió Tony Danker, director general de CBI.
En un comunicado, el referente de la entidad que representa a los industriales británicos consideró que el gobierno puede cambiar la situación, y su acción o inacción para respaldar el crecimiento y la inversión será determinante para saber si la recesión es superficial o profunda. "Veremos una década perdida de crecimiento si no se toman medidas. El PBI es un simple multiplicador de dos factores: las personas y su productividad. Pero no tenemos la gente que necesitamos ni la productividad", alertó Danker, quien agregó que no hay tiempo que perder.
"El primer ministro y el canciller deben usar palancas de crecimiento para garantizar que esta recesión sea lo más corta y superficial posible, pero también para abordar la persistente debilidad en la inversión y la productividad. No podemos darnos el lujo de tener otra década en la que ambos estén estancados", insistió Danker. El comunicado de la CBI remarcó que "esto incluye abordar la escasez de trabajadores y habilidades y desbloquear la inversión empresarial a través de asignaciones de capital y cambios regulatorios, como eliminar la prohibición de facto de la energía eólica terrestre".
La alta inflación está en el corazón de una actividad económica cada más débil y se espera que el índice de precios al consumidor haya alcanzado su punto máximo en octubre con una suba del 11,1 por ciento, el mayor en 40 años. En los últimos meses numerosos sectores, especialmente los trabajadores de los ferrocarriles, subtes, correos y enfermeros fueron a la huelga exigiendo una mejora salarial.