Representantes de las cinco entidades nucleadas en la Mesa Agroalimentaria Argentina llevaron su agenda de reclamos y propuestas al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo. En la reunión, que se realizó el pasado jueves 1 de diciembre, las organizaciones de pequeños y medianos productores reclamaron políticas públicas que atiendan a los sectores más relegados de la economía agraria.
“Lo más destacable es haber sido recibidos y que se haya establecido un buen nivel de diálogo hacia adelante”, valora Sebastián Campo, referente de Bases Federadas, un espacio disidente de la conducción actual de la Federación Agraria Argentina (FAA). Campo, quien supo ser presidente de la filial de Pergamino (provincia de Buenos Aires) de la FAA, participa como delegado de la Mesa Agropecuaria desde que su organización se sumó a la coordinación un mes atrás. “Representamos al pequeño y mediano productor, al chacarero de 50, 100 o 150 hectáreas, en una zona que está muy complicada por la sequía. Eso afectó los cultivos de invierno, afecta la ganadería y va a tener consecuencias también para los cultivos de verano, por eso es fundamental que haya medidas concretas que todavía faltan, aunque el diálogo quedó instalado”, explica.
“Propusimos una agenda común de trabajo para dar respuesta a las necesidades de los agricultores, los productores ganaderos, las pymes industriales, todos sectores que producen alimentos para la mesa de los argentinos. Hay políticas para los que concentran y especulan, para unos pocos, pero quedamos un montón por fuera”, afirma Natalia Manini, integrante del Movimiento Nacional Campesino Indígena – Somos Tierra (MNCI-ST).
Junto al secretario de Agricultura estuvieron otros funcionarios responsables de áreas con capacidad de dar soluciones a los pedidos de asistencia, como el subsecretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Luis Contigiani, el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Agricultura, Juan Manuel Fernández Arocena y el Director de Fortalecimiento de los Sistemas Productivos Locales, Marcelo Yaquet.
“Hay demandas concretas, como la problemática del precio del novillo en pie o la gran sequía que afecta gran parte del país. Pero además llevamos nuestras propuestas que se condensan en cinco proyectos de ley que presentamos en septiembre pasado en el Congreso de la Nación”, agrega Nahuel Levaggi, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).
Los proyectos de ley que impulsan las entidades que se agrupan en la Mesa Agroalimentaria abarcan un conjunto de temas estratégicos para el sector, como el acceso a la tierra, los arrendamientos rurales, el financiamiento y fomento del cooperativismo y la transición agroecológica, la protección y fortalecimiento de territorios campesinos y de la agricultura familiar, y la segmentación de políticas impositivas agrarias.
Los funcionarios tomaron nota de los reclamos puntuales y comprometieron el apoyo de la Secretaría de Agricultura al paquete de proyectos de ley. De hecho, Bahillo y Contigiani eran diputados nacionales cuando la UTT presentó por primera vez la ley de acceso a la tierra, y ambos habían brindado su apoyo a la iniciativa en aquella ocasión.
Además de Sebastián Campo, Natalia Minini y Nahuel Levaggi, en representación de las entidades campesinas participaron de la reunión Isaías Ghio y Silvio Antonini por la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), Pablo Paillole por Bases Federadas y Andrés Lozano en representación de la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (Fonaf).
La Mesa Agroalimentaria Argentina se conformó en junio de 2021 impulsada por el MNCI-ST, la UTT y Fecofe. El 10 de noviembre de este año el espacio se amplió con la incorporación sectores de la Federación Agraria Argentina disconformes con la conducción actual de esa entidad y la Fonaf. Las organizaciones, que se identifican con el lema “el campo que alimenta y construye soberanía alimentaria”, pujan por ser reconocidas en la agenda institucional, política y mediática como “el otro campo”: el de las cooperativas, las pymes y las asociaciones de pequeños productores, en contraste con el sector hegemónico referenciado con los grandes actores del modelo agroexportador.