Los padres de un bebé de cuatro meses que espera una operación cardíaca con riesgo de vida reclaman que los donantes de sangre no hayan sido vacunados contra la covid -19 o se niegan a autorizar la intervención. El Ministerio de Salud neozelandés rechazó la postura de la familia del bebé y reclamó ante la Justicia su custodia temporal pare resguardar "el mejor interés del niño". Se espera la decisión del tribunal para este miércoles.
El niño se encuentra a la espera de una operación de urgencia por un cuadro de "estenosis de la válvula pulmonar", es decir, un estrechamiento de la válvula que el corazón tiene entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar. Las autoridades sanitarias remarcaron la importancia de acelerar los trámites para la intervención porque "su única opción es la cirugía".
Vacunados pueden donar sangre
Desde el banco de sangre de Nueva Zelanda aclararon que no existe evidencia de que la covid sea transmisible por transfusión ni que las vacunas afecten la calidad de la sangre. "No separamos ni etiquetamos la sangre según el estado de vacunación contra el COVID-19 de un donante", detallaron.
Cualquier vacuna anticovid "se descompone en la sangre poco después de la inyección y toda la sangre donada se filtra durante el procesamiento", aseguraron desde el organismo gubernamental y remarcaron que "cualquier rastro que aún pueda estar presente no representa ningún riesgo para los receptores".
"No queremos sangre contaminada por la vacunación. Ese es el final del trato. Aceptamos cualquier otra cosa", declaró el padre del bebé internado en el Hospital Ciudad de Auckland. Además, aseguró que tienen una lista de posibles donantes sin vacunar.
Cerca de 150 manifestantes antivacunas se acercaron este martes a las cercanías del tribunal de Auckland para manifestarle su apoyo a la familia, que puede perder la custodia parcial de su hijo en temas relacionados con la gestión de su salud, pero quedarían a cargo de los cuidados no sanitarios.
Desde el inicio del plan de vacunación, el 96% de los ciudadanos neozelandeses recibieron dos dosis del inmunizante anticovid. El país acumula 1.9 millones de casos positivos y más de 2.200 personas fallecidas desde marzo del 2020.
El fin de las restricciones en Nueva Zelanda
Tras dos años de encierro Nueva Zelanda reabrió en agosto de este año sus fronteras al turismo internacional. La expectativa al momento de la reapertura fue un paulatino regreso de viajeros y estudiantes que les permita volver a los niveles económicos prepandemia.
Antes de la covid, el gasto de los turistas generaba 25,7 millones de dólares durante los 12 meses previos a marzo de 2020. En el mismo periodo, el turismo contribuyó directamente al Producto Interno Bruto (PIB) en 16.400 millones de dólares, equivalente al 5,5%.
Nueva Zelanda blindó sus fronteras desde marzo de 2020 e incluso retrasó el regreso de sus propios nacionales al imponer un cupo de entrada diario con el objetivo de evitar que el virus se propagara por el país.