Un grupo de economistas advirtió que en 2023 la economía global sufrirá uno de los peores años de las últimas tres décadas. La alta inflación, las políticas restrictivas de los bancos centrales y las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania harán de 2023 un año para el olvido, según la visión compartida por analistas internacioles.
Las proyecciones indican que Europa y Estados Unidos caerán en recesión el año próximo. A diferencia de la Eurozona que comienza el año en recesión, en norteamerica esta llegará hacia fines del próximo año. Algunos se estancan, otros entran en recesión y otros tendrán un notable rebote, según las estimaciones.
Así surge de un sondeo de la agencia Bloomberg. Según la visión mayoritaria, la Reserva Federal continuará con su política restrictiva al menos hasta 2024 de la mano de una inflación que continuará por arriba de su meta de política. Mientras tanto, en la Eurozona, la caída de la inflación será más rápida y eso abrirá las puertas a un recorte de las tasas a fines del año que viene.
Los casos optimistas en cuanto al crecimiento son India y China. El caso del gigante asiático lo ubican creciendo a una tasa superior al 5 por ciento de proseguir con la flexibilización de su política “cero covid” y asistir al sector inmobiliario sumergido en una profunda crisis.
En tanto, a nivel global las estimaciones recabadas sostienen que el PBI mundial crecerá 2,4 por ciento en 2023, acusando una baja sensible frente al 3,2 por ciento pronosticado para este año. Además se tratará de la menor tasa de crecimiento desde 1993 si se excluye a la crisis financiera de 2009 y la del coronavirus en 2020.
Esas proyecciones se sitúan en línea con las del FMI que advirtió en su último informe que más de un tercio de las economías se contraerán en algún momento de este y el próximo año.