El Sindicato de Trabajadores Docentes de la Universidad de Buenos Aires (Feduba) emitió un comunicado en el que repudia el accionar de los jueces y empresarios del Grupo Clarín que el pasado octubre viajaron presuntamente a Lago Escondido, Bariloche.
Al respecto, uno de los docentes firmantes, Adrián Albor, criticó la connivencia de los magistrados y los medios de comunicación: "Las universidades escupen abogados individualistas, a los que lo único que les interesa es su propio ombligo, y no abogados que odien la injusticia", reflexionó.
Feduba se expidió sobre el escándalo de los chats que involucran a algunos de los protagonistas, entre ellos el juez federal Julián Ercolini, docente de la Facultad de Derecho. "Expresamos nuestro repudio y preocupación por la clara vulneración de la independencia judicial, la división de poderes y la total falta de capacidad ética y moral de estas personas para dictar clases", manifestó la agrupación en sus redes sociales.
"En los últimos años lo que vemos es un traspaso de la función de perro guardián de los intereses de las clases hegemónicas, que era el de las Fuerzas Armadas, al Poder Judicial", planteó Albor en Aquí, Allá y en Todas Partes.
Sobre este punto, argumentó que, gracias a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, en Argentina "los militares hoy ya no quieren cumplir esa función, prefieren ser el ejército de San Martín y prefieren ser los libertadores de la Patria y someterse al poder civil".
En ese marco, el abogado expresó también que en general la educación de los profesionales del Derecho forma "individualistas", y que esto impacta directamente en la crisis del Poder Judicial argentino: "Estamos viendo cada vez más gente que en lugar de querer cambiar el mundo quiere cambiar su situación personal", sostuvo.
Y agregó: "Es una institución a la que le encanta autocalificarse como la Justicia. Un mote pomposo para hacernos creer que son infalibles, incorruptibles. Y lo que vemos es esto, con la Constitución en la mano hace unos días una diputada se oponía a que se abrieran ocho universidades en cuatro provincias, como si la Constitución se pudiera utilizar para perjudicar los intereses del pueblo".
Por último, en las horas previas a la condena contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad, Albor insistió en la gravedad que supone la admisión de los delitos, en el caso de comprobarse que los chats son reales: "Detrás de eso, de ese viaje (a Lago Escondido), lo que hay es la conspiración contra los intereses de la paz, la conspiración contra la democracia, porque hoy estamos por asistir a un acto que puede modificar el futuro de la patria".