Un policía federal que prestó servicios en Salta durante la última dictadura y tres militares que cumplieron diversas funciones en el Grupo de Artillería 1 de Ciudadela fueron condenados por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad cometidos en Salta y en la Comisaría de Ramos Mejía durante la última dictadura cívico militar.
Tras poco más de medio año de debate, el Tribunal Oral Federal 1 de la Ciudad de Buenos Aires condenó a Roberto Godoy, Rodolfo Godoy y Francisco Novotny por el secuestro y las torturas sufridas por nueve personas en el centro clandestino que funcionó en la Comisaría de Ramos Mejía –entre las que se encuentran el trabajador de Mercedes Benz Héctor Ratto– y el asesinato de otra, Gabriel Ernesto Rodríguez.
Para los jueces del TOF, Ricardo Basilico, Adriana Palliotti y Gabriela López Iñiguez, los hechos conforman delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio y condenó a los tres acusados. Rodolfo Godoy fue segundo comandante del Grupo de Artillería 1 del Ejército, ubicado en Ciudadela, y jefe de su Plana Mayor. Roberto Godoy comandó el sector de Operaciones de esa unidad y Francisco Novotny fue oficial auxiliar y luego integró el sector de Inteligencia.
Fue la primera condena Novotny, que recibió 17 años de cárcel por secuestros y torturas. Para los Godoy, en cambio, las condenas que recibieron –Rodolfo a 19 años y Roberto a prisión perpetua– se suman a las que recibieron por crímenes de lesa humanidad en el Sheraton, un centro clandestino que como la comisaría de Ramos Mejía estuvo a cargo del GA 1. Las penas aplicadas por el TOF no estuvieron demasiado lejos de los pedidos de las partes querellantes ni de la Fiscalía, que había solicitado perpetua para Roberto godoy, 25 y 20 años para Rodolfo Godoy y Novotny.
Por la tarde, el Tribunal Oral Federal número 1 de Salta condenó el lunes a Juan Carlos Alzugaray, exmiembro de la Delegación Salta de la Policía Federal, a prisión perpetua por las violaciones a los derechos humanos de Manuel Gustavo Medina Ortiz. El represor ya purgaba una condena a 20 años de prisión por su participación de la “Masacre de las Palomitas”.
En esta ocasión, 47 años después de los hechos, fue juzgado y condenado por los hechos que sufrió Medina Ortiz en el marco del Plan Cóndor. El abogado boliviano que se había refugiado en la provincia argentina tras huir de la dictadura de Hugo Banzer y que en Salta fue secuestrado el 10 de octubre de 1975. Alzugaray fue reconocido por la esposa de Medina Ortiz como uno de los integrantes de la patota que participó del secuestro.