El estado de Georgia votó este martes en segunda vuelta para decidir la composición definitiva del Senado estadounidense, en el que los demócratas ya se aseguraron su control gracias al voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris. El pastor demócrata Raphael Warnock y el exdeportista republicano Herschel Walker se enfrentaban de nuevo en las urnas luego de no haber podido superar el 50 por ciento de los votos en las elecciones de medio término del pasado ocho de noviembre. Se esperaban los primeros resultados poco después del cierre de las urnas, aunque en una elección tan reñida el escrutinio definitivo podría tardar días en conocerse.
Warnock versus Walker
El promedio de encuestas de FiveThirtyEight le otorga una ligera ventaja del 50,2 por ciento a Warnock, quien antes de ser senador era pastor en la iglesia bautista en la que predicaba el líder afroestadounidense de los derechos civiles Martin Luther King, en Atlanta.
Warnock hizo campaña haciendo gala de sus logros individuales en el Senado, promocionando una disposición que patrocinó para limitar los costos de la insulina para los pacientes del plan Medicare, al tiempo que le recordó a los votantes que los republicanos bloquearon su idea de limitar esos costos para todos los pacientes insulinodependientes.
El candidato demócrata mostró su cintura política al aplaudir los acuerdos sobre infraestructura y atención sanitaria materna forjados con los republicanos Ted Cruz, de Texas, y Marco Rubio, de Florida, mencionando a esos colegas en el Senado más que al presidente Joe Biden, al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, o a otros demócratas de Washington.
Warnock tenía enfrente a Walker, una antigua estrella de fútbol americano respaldada por el expresidente Donald Trump. Aunque públicamente antiabortista, Walker está acusado por la madre de uno de sus cuatro hijos y por otra mujer de haberla presionado para someterse a una interrupción del embarazo. También se enfrentó a múltiples acusaciones de violencia doméstica y acumula mentiras sobre sus logros académicos y su historial empresarial.
A pesar de contar con el apoyo del magnate republicano, Walker se viene diferenciando de Trump de manera notable. Mientras el exmandatario se pasó dos años afirmando falsamente que su derrota en Georgia y a nivel nacional fue fraudulenta, a Warnock le preguntaron en octubre, en su único debate contra Warnock, si aceptaría los resultados de este aunque perdiera, a lo que respondió con sola una palabra: "Sí". Una encuesta difundida el viernes pasado por la CNN encontró que solo el 39 por ciento de los votantes de Georgia aprueban al expresidente.
Esta segunda vuelta en el estado del sudeste de Estados Unidos, que se celebra porque ninguno de los dos candidatos alcanzó más del 50 por ciento de los votos en la primera, cierra las legislativas de medio mandato. "Georgia, hoy es el día de elecciones, y la nación tiene los ojos puestos en ti. Acude a las urnas y ayuda a que Warnock regrese al Senado de Estados Unidos", tuiteó el presidente Joe Biden.
De este escaño no depende el equilibrio de poder en el Congreso estadounidense porque los demócratas ya consiguieron el control del Senado, mientras que los republicanos dominarán la Cámara de Representantes. Pero el resultado de la votación en este estado con una gran población afroestadounidense es decisivo para el resto del mandato de Biden.
400 millones de dólares
Los republicanos ven en esta banca del Senado la oportunidad de acentuar su poder para bloquear las políticas del presidente demócrata. A 700 días de las próximas elecciones presidenciales, la oposición también espera poner obstáculos en el camino de Biden, a quien le fue mucho mejor de lo esperado en las legislativas de noviembre pasado.
Para los demócratas, una victoria consolidaría la exigua mayoría del partido de Biden en el Senado y le permitiría influir más en comités parlamentarios esenciales. Para poner todo de su parte los demócratas recurrieron a pesos pesados, como el expresidente Barack Obama, posiblemente una de las figuras más carismáticas del partido, quien hizo campaña en la ciudad de Atlanta la semana pasada.
También muestra la importancia y el interés de este duelo que se gastaran casi 400 millones de dólares en estos comicios. Unas 1,9 millones de personas, de siete millones inscriptas, ya votaron por anticipado. Por ahora parece primar la participación prodemócrata, pero el electorado republicano podría haberse movilizado en mayor medida este martes, por lo que es difícil predecir el desenlace.
Al abrirse las urnas el martes por la mañana, las condiciones de frío y lluvia recibieron a los votantes en Atlanta, la capital y ciudad más extensa y poblada de Georgia. En un colegio de primaria de los suburbios de Johns Creek, los votantes hacían cola antes de que se abrieran las urnas para depositar su voto, sin inmutarse por la hostilidad de las condiciones climáticas.
Aunque suele ser un bastión republicano, Georgia sorprendió eligiendo a Biden sobre Trump en las elecciones presidenciales de 2020. Y dos meses después a dos demócratas para el Senado. Ahora este estado fronterizo con Florida vuelve a ser objeto de deseo de unos y otros.
El mes pasado Warnock aventajó a Walker en unos 37 mil votos de los casi cuatro millones emitidos, pero se quedó a las puertas de la mayoría, lo que desencadenó esta segunda y disputada vuelta electoral.