Un bebé neozelandés de seis meses con riesgo de muerte debía ser intervenido con una cirugía cardíaca, pero sus padres se oponían por la posibilidad de que los donantes de sangre fueran personas vacunadas contra la covid-19. Este miércoles, las autoridades del país oceánico ganaron la batalla y asumieron la custodia del niño, que finalmente será operado.


El padre y la madre del bebé son antivacunas y reclamaban que les garantizaran que quienes donaran sangre a su hijo no hubiesen sido inoculados con ninguno de los fármacos contra el coronavirus de tipo ARN mensajero, como los inmunizantes de Pfizer y Moderna. "No queremos sangre contaminada por la vacunación. Ese es el final del trato. Aceptamos cualquier otra cosa", declaró el padre.

El Ministerio de Salud neozelandés rechazó la postura de la familia y reclamó ante la Justicia su custodia temporal para resguardar "el mejor interés del niño", que sufre una enfermedad cardíaca conocida como “estenosis de válvula pulmonar”, un estrechamiento de la válvula que el corazón tiene entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar.

Este miércoles, el Alto Tribunal de Auckland falló en contra de los padres que bloqueaban la operación y delegó la tenencia temporal y parcial del niño –denominado “Baby W” por la prensa local– en el Estado para que pueda someterse a la urgente intervención.

Qué dijo el tribunal que ahora tendrá la tenencia parcial

En la sentencia, el Alto Tribunal de Auckland rechazó la postura de los padres de que los donantes fueran personas no vacunadas y argumentó que no es práctica ni necesaria. Y que "la cuestión primordial es si el tratamiento propuesto es en el mejor interés".

A su vez, el organismo judicial expresó que la “custodia médica del tribunal” perdurará hasta que finalice la cirugía y la recuperación del bebé, que será hacia finales de enero de 2023 a más tardar, según informó la agencia de noticias AFP.

Los padres seguirán siendo tutores "para el resto de propósitos" y estarán "informados en tiempos del todo razonables del progreso de la condición y el tratamiento de Baby W".

No existe ningún riesgo en las transfusiones de sangre provenientes de personas vacunadas

Nueva Zelanda no distingue entre donantes vacunados y no vacunados, dado que no existe evidencia de que el Covid-19 sea transmisible por transfusión ni que las vacunas afecten la calidad de la sangre. En tanto, no existe ningún tipo de riesgo adicional que amerite dar lugar al reclamo de los padres de Baby W.

De acuerdo a la información del banco de sangre neozelandés, todas los fármacos anticovid se descomponen en la sangre “poco después de la inyección y toda la sangre donada se filtra durante el procesamiento”. Por ello, el organismo gubernamental aseguró que "cualquier rastro que aún pueda estar presente no representa ningún riesgo para los receptores".

Por la oposición del tribunal al reclamo de la familia, alrededor de 150 manifestantes antivacunas se acercaron ayer a las cercanías del órgano judicial ubicado Auckland en señal de protesta.

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