Por Dina Sanchez*
La ministra Tolosa Paz dice que su prioridad es garantizar derechos, entonces debería empezar por el derecho al salario de más de un millón 300 mil trabajadores de la economía popular que al seis de diciembre aún no han cobrado. Esto se traduce en que muchas compañeras se van a quedar en la calle con sus hijos porque los alquileres se pagan del uno al cinco y si no las echan, les cobran un adicional por día.
El 80% de la economía popular somos mujeres y atrás nuestro hay una historia. Muchas de nosotras apostamos a la economía popular porque ahí encontramos lo que no nos da la economía privada. Trabajé varios años en relación de dependencia y nadie me preguntó “¿Quién cuida a tus hijos?” Esas soluciones en la economía popular sí las encontramos y debatimos otras cosas porque ponemos en el centro al ser humano y no al dinero o el lucro que es en lo que piensa la economía privada.
No hay que olvidar que el gobierno de Macri más que endeudarnos nos estafó y esa deuda cae sobre nuestros cuerpos. El primer error de este gobierno -del que somos parte y que incluso militamos, sobre todo, las y los trabajadores de la economía popular- fue haber firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Eso hizo que hoy no solo seamos el patio trasero, sino que nuestra economía la maneja el Fondo con la lógica de ajustar siempre abajo y este gobierno está llevando adelante esa lógica.
Estuve en el Senado y escuché que los senadores decían “los secretos bancarios no se pueden levantar”, pero qué fácil fue levantar el secreto fiscal a las y los más humildes. Quieren sacar el Potenciar Trabajo a quienes tienen movimientos en la billetera electrónica cuando hoy en día nadie usa efectivo. Las compañeras que tienen un movimiento en esa billetera virtual es porque limpian casas o revenden cosas, a nadie le alcanzan los 27 mil pesos del Potenciar. Están siendo muy duros con los de abajo, pero blandos con los que realmente tendrían que ponerse firmes.
Tenemos que ser conscientes que nuestra economía tiene tres patas, la economía pública, la privada y también la popular porque el mundo del trabajo cambió. Hoy el sistema no tiene capacidad para generar empleo bajo relación de dependencia para toda la población, sino miremos los números del IFE. Sin embargo, se han empeñado en instalar en el sentido común que el problema de la Argentina son el millón 300 mil personas que cobran un Potenciar Trabajo. Eso es una locura y lo han instalado tan fuerte que de verdad la gran mayoría de la sociedad ha comprado eso, cuando en realidad el problema es la estafa que hay que investigar ¿Dónde están esos dólares? ¿Quiénes se los llevaron?
La economía popular no tiene cuentas en el extranjero. Con respecto a las pocas personas que pudieron comprar algunos dólares, primero tenemos que tener en cuenta que dentro de los movimientos sociales hay un porcentaje bastante alto de migrantada. Esas mujeres compran algo de dólares porque muchas de ellas se vinieron para acá y dejaron a sus pibes en sus países de origen, otros compraron para revender, que es lo que también hace la gente que trabaja bajo relación dependencia.
Nuestro sector siempre es el señalado, el problemático, pero no somos un problema, al contrario, venimos dando respuesta muchas veces donde el Estado y el gobierno nacional, no la da. Esas respuestas las damos desde los movimientos sociales y en la pandemia fuimos el sector que puso el cuerpo, el alma y la vida misma.
La economía popular viene organizándose desde hace más de 20 años. El nombre real del Potenciar Trabajo es Salario Social Complementario, es una conquista que tuvimos en el 2016 y la ganamos a través de la Ley de Emergencia Social. Es un ingreso salarial por las tareas que realizamos, sobre todo, las mujeres como, por ejemplo, las recolectoras de basura dentro de los barrios populares y las villas, las promotoras de salud y de género y la rama socio comunitaria que fue fundamental para poder sostener los dos años más catastróficos de la pandemia. ¿Por qué nuestro trabajo no tiene valor? ¿Por qué se pone en cuestionamiento?
Nosotras nos organizamos a través de unidades productivas, pienso en los polos textiles, en las compañeras que cartonean, las promotoras ambientales. Pienso en la rama de vendedoras y vendedores ambulantes y todas las ramas que hemos podido desarrollar a lo largo de estos más de 20 años. No somos planes, nadie vive con 27 mil pesos, pero pareciera que es un pecado porque hoy el argumento de la ministra es “si tenés movimientos en la billetera electrónica no necesitas el Potenciar”.
Lo que quieren hacer no es solamente desvincular el Salario Social Complementario del Salario Mínimo Vital y Móvil, sino que además, quieren poner nuevas resoluciones y me parece que en el contexto en el que estamos viviendo es grave y es inhumano, que hoy haya compañeras que no saben si se van a quedar en la calle con sus pibes porque no van a poder pagar el alquiler. Es muy triste lo que está pasando.
Me parece que este gobierno que dice ser nacional y popular no está actuando como tal. Se siguen reproduciendo las mismas recetas, siguen ajustando abajo y no ajustan arriba donde realmente están los que se la llevan en pala, los que en la pandemia no pusieron ni un granito de arena para poder bancar ese momento de crisis entre todos y todas. Nosotras nos pusimos en la primera línea de batalla pero pareciera que eso no importa. Siempre está la estigmatización, la criminalización y la persecución hacia nosotras y ahora quieren sacarnos un derecho porque el salario social complementario es un derecho conquistado.
*Secretaria adjunta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).