En Italia, cinco personas fueron detenidas tras lanzar pintura sobre la fachada del Teatro de La Scala de Milán en el "Día de la Prima", jornada que queda inmaugurada la temporada lírica del establecimiento. Los detenidos son activistas ambientalistas del grupo Última Generación, que llevaban carteles con frases como “No al gas y no al carbón”.
Tras la detención empezaron las tareas de limpieza de la fachada del teatro para proceder con el evento, que reúne a lo más selecto de la política, el mundo empresarial y la cultura, entre los que se esperaba la presencia del presidente Sergio Mattarella, la premier Giorgia Meloni y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, según el diario Repubblica.
Más ataques a obras de arte
En los últimos meses, grupos ambientalistas protagonizaron protestas de repercusión en toda Europa, contra museos y obras de arte, y fachadas de edificios emblemáticos, para exigir medidas más contundentes contra el calentamiento global.
Uno de los últimos ataques fue a mediados de noviembre, cuando miembros de esa organización atacaron el icónico cuadro “Muerte y vida” de Gustav Klimt en el Museo Leopold de Viena. Poco antes, activistas de otra organización, Stop Fossil Fuel Subsidies lanzaron harina sobre una obra de Andy Warhol en una exposición de Milán.
A principios de ese mes, dos activistas ecologistas de la organización Futuro Vegetal se pegaron a los marcos de los cuadros de "La maja desnuda" y de "La maja vestida", del español Francisco de Goya, expuestos en el Museo Nacional del Prado, de Madrid, con la leyenda "+1,5º", en referencia al anuncio de la ONU sobre la imposibilidad de cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
A fines de octubre, también desde Última Generación, arrojaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet, en el Museo Berberini de Potsdam, en Alemania. Mientras que la organización Just Stop Oil también protagonizó varios ataques: tiraron sopa de tomate sobre el cuadro "Girasoles" de Vincent Van Gogh en el Museo de la Galería Nacional de Londres, pegaron su mano a la obra “Masacre en Corea” de Pablo Picasso, arrojaron dos "tortazos" contra una estatua del rey Carlos III y pintaron de naranja fachadas de edificios emblemáticos de Londres.
Tras los ataques, museos como el Prado, el Louvre de París, o el Museo Guggenheim de Nueva York, se declararon "profundamente conmocionados" por la amenaza contra obras que son "irreemplazables".