El periodista Víctor Hugo Morales elogió este jueves al capitán de la Selección Argentina, Lionel Messi. A horas del partido por los cuartos de final con Países Bajos, criticó a quienes le cargan al 10 la responsabilidad de ganar sí o sí el Mundial y destacó su liderazgo en el equipo: “Cuando murió Maradona, apareció el Messi de la actualidad. El Messi que se hace cargo, como lo hacía Diego, de sus compañeros y de la mayor responsabilidad”.
El emotivo mensaje de Víctor Hugo a Messi
¿Le faltaba a Messi ganar la Copa América? Puede ser. ¿Le faltaba a la gente, y esto es de lo que él se hace cargo? Es lo más probable. Porque siempre les estamos exigiendo más.
Lionel cambió radicalmente hasta su actitud a partir de esa victoria en la Copa América. Pero él no era responsable en un juego colectivo de que se gane o no se gane una copa, sea la América, o sea la Copa del Mundo. No obstante, hay una exigencia y una presión tan grande sobre ese hombre que a veces me pregunto cómo hace para resistirlo.
Un verdadero genio, un artista maravilloso que nos ha regalado decenas y decenas de goles que significan obras de arte. Y que, sin embargo, pese a haber logrado esos goles en las instancias más importantes, todo lo conseguido parecía insuficiente si no ganaba la Copa América.
Ahora estamos un poco lo mismo. Nada alcanza si no se gana el Campeonato del Mundo. Y a mí me parece muy cruel estar con ese planteo en el ánimo de toda la gente y que Lionel se haga cargo de eso. Porque seguramente le pasa.
¿El último Mundial de Messi?
Él ha dicho que es el último campeonato del mundo que va a jugar. Tiene 35 años, pero Ronaldo tiene 37. Y Lionel, que ha sido un genio, ha corrido menos que Ronaldo, presumo. Por lo tanto, estoy seguro de que con la buena vida que le ha dado a su cuerpo, es muy probable que él pueda seguir hasta los 39 y jugar otro campeonato del mundo.
Pero de qué depende y depende de ganar este Mundial. Si él lo gana, es muy probable que esté dentro de cuatro años. Pero si no, ir otra vez a la pelea de que hay que ganar un Mundial, porque si no, no sos nada. Cuando tenga 39, eso sí que es difícil.
Pero si está dulce, si ganó este Mundial y ya no tiene que dar ningún examen frente a la gente que siempre está pidiendo examen, Lionel podrá jugar otro campeonato del mundo. Ahora estamos en este. El día anterior al partido con Holanda, el primer gran rival de la auténtica dimensión que tiene la Argentina.
Así que es un compromiso muy serio el de este hombre de notable resiliencia que es Messi, porque ha enfrentado todo y se ha recuperado siempre de las cosas increíbles que han pasado, lo han atacado duramente en los canales de televisión y la gente que a veces se hace cargo de los disparates que podemos decir los periodistas.
Messi es argentinidad
Messi es un argentino muy interesante de observar, con una argentinidad que poco puede concebirse para alguien que le debe todo, por ejemplo, a España. Su formación física, su fútbol, su dinero, su fama, todo lo que logró, es España. Y sin embargo, no jugó por España. Quiso jugar para la Argentina, donde él nació como futbolista.
Siente que es argentino y cada vez que tiene un ratito libre, una oportunidad no se va a las islas más apartadas del mundo. Se va a Rosario, a su barrio y a su gente de Rosario. Eso es argentinidad. Y sin embargo, parece mentira, en algún momento le pasaron factura porque no ganaba o porque no corría como otros.
Lionel no tiene que correr como otros, sencillamente porque es un genio y porque lo que él resuelve no depende tanto del esfuerzo físico como del inmenso talento y de la luz especial del talento fuera de serie con el que Dios lo ha dotado para convertirlo nada menos que en el hombre que pudo haber serruchado una pata del trono eterno de Diego Armando Maradona.
Lionel Messi, no obstante, tiene que dar exámenes a cada momento. Es muy cruel la vida. Es muy injusto que esto sea así cuando el otro día en el partido frente a Australia, en tres o cuatro momentos en los que corría como si fuera un príncipe alado que no pisa la arena caliente del desierto, como una metáfora casi perfecta de un dios del fútbol.
Cuando corría haciendo que esa fuera la única calle visible del mundo entero, porque todo lo que pasaba se estaba construyendo ahí donde Messi llevaba la pelota a toda velocidad, entre rivales que podían pegarle, voltearlo y llegar prácticamente hasta las barbas del arquero para hacer una jugada impresionante. El público empezó con el saludo árabe de subir y bajar las manos. Última manera de rendirse frente a esa expresión máxima de la luz que en distintas actividades Dios nos ofrece. A él, a Messi, en el fútbol y a nosotros en la posibilidad de tenerlo a Messi.
Messi y la posta de Maradona
Así que espero el partido de mañana con muchos deseos de que la Argentina avance hacia el Campeonato del Mundo. Pero también quiero sostener que no es imprescindible para que Messi sea Messi para todos los tiempos, Messi genio, Messi artista, Messi goleador, Messi es ejemplo de conducta dentro de la cancha, Messi llevado en andas por su propio compañero, gane la Copa del Mundo.
Messi era más líder de lo que pensábamos. Pero es verdad también que el enorme líder que es ahora, dentro y fuera de la cancha, el de las arengas fantásticas a sus compañeros, parece haber recibido la posta de Diego Armando Maradona.
Cuando murió Diego, apareció el Messi de la actualidad. El Messi que se hace cargo, como lo hacía Diego, de sus compañeros y de la mayor responsabilidad. El primer gol tiene que ser el de él. La primera jugada importante tiene que ser la de él. El primer aliento.
Por todo esto, a horas de ese partido, aguardando lo mejor por razones obvias, por su resiliencia, por su calidad humana y por su genio futbolístico, espero que sea mañana la continuidad de un Messi rumbo al Campeonato del Mundo. Pero así quiero decirles que para quien les habla nada habrá cambiado en la admiración y en el regocijo de simplemente decir la palabra Messi.