La más linda
La llaman la “tree house”, la casa del árbol; es la nueva sucursal de Moshu, pastelería abierta originalmente en Saavedra que se expandió a Palermo con una carta que va del desayuno a la merienda tardía.
Moshu Tree House es creación de Lucas Villalba (del Moshu original) junto a Guillermo Blumenkamp (ideólogo del bar Doppelgänger). Junto al estudio de arquitectura Hitzig Militello rediseñaron una vieja casa de barrio: a las paredes de ladrillo a la vista se le suman maderas, hierros, tejidos; el frente está conformado por una suerte de tablero de ventanas que enmarca un patio delantero; al fondo hay otro patio y por dentro un techo vidriado que permite que la luz pase a través de enredaderas y plantas. Uno de esos lugares para quedarse largo tiempo con un sándwich, una torta o una copa de vino.
Moshu apuesta a una tradición lejana pero clásica, con sabores norteamericanos y guiños que van de Europa a Buenos Aires. La carta arranca con una oda al huevo: los hay revueltos con parmesano ($1250), a la canasta (dos huevos fritos sobre una tostada con manteca de café, panceta y salchicha Frankfurt, $1750), en omelette con tres quesos ($1550) y más opciones. Hay brusquetas como la de salmón gravlax con queso crema, pickles de remolacha y cebolla ($2650), tostados como el BLT (panceta, lechuga y tomate) y sándwiches como el Chanchón (bondiola braseada, panceta, cheddar, cebolla asada, choclo y alioli de cilantro, en pan tipo muffin, $2350).
Lo dulce es la especialidad de la casa: ahí están la muy old fashioned red velvet (bizcocho húmedo de cacao con queso crema y cobertura de vainilla, la carrot cake, la lemon blueberry o la de nuez pecán ($1300 a $1500 la porción). Una deliciosa: la dark chocolate Guinness, hecha con bizcocho de chocolate y cerveza Guinness, queso crema y ganache de la misma extra stout nacida en Irlanda.
Hay vino, cervezas, vermú, café bien servido. Junto a la terraza ya se ve la barra de coctelería que, pronto, será un bar escondido. Pero ya hoy Moshu Tree House es uno de esos lugares que gustan a todos: un comodín para cada hora del día.
Moshu Tree House queda en Guatemala 4570. WhatsApp: 11-6365-2860. Todos los días de 9 a 21. Instagram: @compartimoshu.
La perla del Once
Un bicho raro: eso es Ada Café, una cafetería de especialidad con rica comida, metida en ese tumulto comercial y social que es el barrio de Once (en realidad, es Balvanera, pero Once se ganó su nombre propio a costa de una personalidad única).
Ada Café nació hace un año de la mano de Pocho Álvarez, manager de la banda Perotá Chingó. Su idea fue traer una propuesta de calidad a un barrio donde faltan opciones. La esquina tiene mucho de tradición, con piso de granito, barra al fondo y una puerta ventana abierta que conecta con la vereda.
La carta de presentación de Ada es su café, con granos de Puerto Blest, máquina espresso italiana, molinillo alemán y una carta traducida al porteño. Hay cortado a $360, lágrima a $380, café con leche a $480, también magic ($440) o cortado doble / flat white a $480. Todos vienen con su vasito de soda y son ideales para acompañar la fantástica medialuna casera hecha con pura manteca en un proceso de hasta tres días de elaboración ($200).
En Ada todo es de rico para arriba: hay galletitas de chocolate a $250, alfajorcito de chocolate y aceite de oliva ($550), platos salados como el sándwich de lomito ahumado ($980), el tostado de quesos con pesto de albahaca ($820) o la tostada de pan jalá con palta sazonada con salsa soja y semillas de sésamo tostadas con sal ($880). De mediodía la cocina se agranda con cuatro opciones que cambian cada día: desde un sándwich vegano con hummus de zanahoria, zuchini, berenjena, tomates confitados y verdes en pan de masamadre ($1300) a un filete de merluza con aioli, papas y ensalada ($1900), incluyendo siempre una opción macrobiótica que suele traer tofu, arroz integral, frutos secos, verduras y legumbres ($1500).
Lo mejor de Ada es el mix de público que convoca: ahí están los clientes más hípsters, también los comerciantes de negocios aledaños, los que se acercan a Once para compras mayoristas, los vecinos de edificios cercanos, incluso estudiantes de facultades cercanas. Una mezcla heterogénea seducida por una misma idea: comida fresca, pensada con cariño y con calidad.
Ada Café queda en Tucumán 2300. Horario de atención: lunes a viernes de 8:30 a 19; sábados de 9 a 16. Instagram: @adacafe___.
Donde todo comienza
“Somos Raíz porque no queremos olvidar ese origen botánico del café de especialidad”, cuenta Diego Lobo, barista y socio junto a Nicolás Moris y Hernán Picchi de esta nueva cafetería de Villa Crespo. “También Raíz recordando de dónde venimos. En mi caso, soy de Solano, de una familia laburante. Me vine a Capital a los 18 porque en un momento todos mis compañeros estaban presos. Acá arranqué como bachero, así aprendí a ser gastronómico”, continúa.
A los 19 años Diego probó un café de calidad bien elaborado y se maravilló. Comenzó a tomar cursos gastando todos sus ahorros y tiempo, hasta convertirse no sólo en uno de los baristas más reconocidos del país.
En Raíz el café es protagonista. Para los espressos usan un café de Guatemala de Puerto Blest (cambian cada dos meses); y para los filtrados en V60 tienen dos opciones semanales: en este momento es un Guatemala de Puerto Blest y un Etiopía de Tres (la tostadora de Agustina Román). La carta es simple: espresso ($350), café con leche ($480) y café filtrado ($650). A partir de ahí uno puede pedir lo que quiere y los baristas a carga sabrán elaborarlo. Le leche de almendras es casera y se suman especiales de verano como el cold brew macerado con frutas a $650; también un delicioso café con leche, almíbar de cáscara de café y hielos hechos con cold brew ($700); y un café con tónica con reducción de amargo obrero ($850).
La carta de comidas está pensada dentro de la rueda aromática del café, buscando combinaciones que no desentonen. Medialunas, cookies de chocolate con sal y ají o de avena con arándanos deshidratados ($350), roll de canela, budín de banana, peras y nueces ($400). Dentro de lo salado hay chipá con hummus de remolacha ($200) y variedad de tostones vegetarianos ($700 a $900): con palta, alga nori, siracha, pickle de cebolla y rabanitos; con tomate, ricota, pesto, tomates cherry y olivas; con queso de cajú con pickles de zanahoria y eneldo, entre otros.
El local es pequeño: vereda con mesas, barra rodeando al barista y un piso superior con enchufes para trabajar en paz. Una apertura muy bienvenida.
Raíz queda en Aguirre 1015. Horario de atención: martes a domingos de 9 a 20. Instagram: @raiz.cafe.