Lidia Satragno, Pinky, protagonizó uno de los momentos más pintorescos de la política argentina cuando fue candidata a la intendencia de La Matanza y se apuró a decir que había triunfado, cuando en los hechos perdió a manos del peronismo.
Ocurrió en 1999. La conductor radial y televisiva coqueteaba desde hacía años con dar el salto a la política. Se había declarado una fervorosa admiradora de Rodolfo Terragno y, cuando este asumió la conducción del radicalismo a fines de 1995, no dudó en sumarse a la UCR.
Tras la formación de la Alianza entre los radicales y el Frepaso, Pinky comenzó a amagar con una candidatura en La Matanza. Oriunda de San Justo, podía presentarse por el municipio más populoso de la Argentina, un histórico bastión del peronismo.
Sus ansias parecieron quedar sepultadas en la interna entre Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide, en noviembre de 1998, para dirimir la candidatura presidencial. Había quedado establecido que aquella fuerza que ganara a nivel local pondría candidato a intendente. La dirigente del Frepaso se impuso al entonces jefe de Gobierno en varios municipios boanerenses, entre otros, La Matanza.
La principal referente del Frepaso en La Matanza era Mary Sánchez, la hisórica líder de Ctera. Sánchez fue a una interna en junio de 1999 contra Herminio Bayón. Contra todo pronóstico, Bayón se impuso y esa misma noche le ofreció la candidatura a Pinky.
La conductora se convirtió en la única mujer candidata a una intendencia en el Conurbano, nada menos que por el principal distrito, de casi dos millones de habitantes. Y con otra mujer, Fernández Meijide, como candidata a la gobernación.
Las encuestas eran muy parejas entre la candidata de la Alianza y su rival del peronismo, Carlos Ruckauf. Los votos que pudiera aportar Pinky serían decisivos en los comicios del 24 de octubre de 1999.
Ese día, minutos después de las 18, es decir, con los comicios recién cerrados, y flanqueda por Bayón y Terragno, Pinky salió a festejar. Aunque se mostró cauta respecto de que faltaban contar votos, habló como si hubiera sido electa. Un boca de urna le deba 4 puntos por encima de Alberto Balestrini, el candidato del PJ.
El peronismo locla venía de gobernar La Matanza con Federico Russo desde 1983 hasta 1991. Ese año sucedió Héctor Cozzi, reelecto en 1995, y que respondía al entonces presidente de la Cámara de Diputados, Alberto Pierri. A mediados de 1999, casi al mismo tiempo que Bayón ganaba la interna del Frepaso, Cozzi fue destituido por irregularidades. Los años de desgaste y el escándalo político parecían conspirar contra las aspiraciones del peronismo de retener La Matanza, lo cual alimentaba más el optimismo de Pinky.
Lo cierto es que el que ganó fue Balestrini, y además Ruckauf se quedó con la gobernación. En el recuerdo quedó la imagen de una Pinky que se mostró como la intendenta que al final no fue. La revancha la tuvo unos años después cuando fue electa diputada nacional por la lista de Francisco De Narváez.