El Congreso de Estados Unidos aprobó un histórico proyecto de ley que protege el matrimonio entre personas del mismo sexo, una medida de precaución destinada a evitar que la Corte Suprema, liderada por los conservadores, anule ese derecho a nivel nacional, como ya lo hizo con el aborto.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió la medida, a la que definió como un "paso esencial para garantizar a los estadounidenses el derecho a casarse con la persona que aman". Biden calificó al matrimonio igualitario como una de sus prioridades legislativas y dijo que "rápidamente y con orgullo" promulgará la ley.
En la votación en la Cámara de Representantes, 39 republicanos se sumaron a una mayoría demócrata unida en una rara demostración de bipartidismo, lo que provocó fuertes vítores en el pleno menos de 10 días después de que el Senado aprobara el mismo proyecto de ley. Esta Cámara, de mayoría demócrata, lo validó por 258 votos a favor y 169 en contra, después de que el Senado se hubiera pronunciado en la misma línea el pasado 29 de noviembre con 61 votos positivos y 36 negativos.
"Hoy esta cámara se enorgullece de apoyar a las fuerzas de la libertad", dijo la presidenta saliente de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, poco antes de la votación, quien admitió que ese derecho fundamental está bajo "amenaza real, directa y urgente", y sostuvo que la aprobación de la normativa que lo protege es "un triunfo glorioso del amor, de la libertad y de la dignidad para todos".
"Comencé mi carrera luchando por las comunidades LGBTQ", tuiteó Pelosi el jueves, "y ahora, uno de los proyectos de ley finales que firmaré como presidenta de la cámara garantizará que el gobierno federal nunca más se interponga en el camino de quienes quieran casarse con la persona que aman".
En junio, la Corte Suprema, de mayoría conservadora, anuló el derecho al aborto, vigente desde 1973, lo que llevó a legisladores de ambos partidos a actuar rápidamente para evitar una medida similar respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, como algunos temían que pudiera suceder.
En el hemiciclo, minutos antes de la votación, Pelosi rindió homenaje a Harvey Milk, el primer concejal abiertamente gay de California, asesinado en 1978. "Una vez dijo a sus seguidores 'probé la libertad, no volveré'", recordó.
La nueva legislación, conocida como Ley de Respeto al Matrimonio, no exige que los estados legalicen el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero sí que reconozcan un matrimonio siempre que sea válido en el estado donde se realizó. La nueva norma deroga la legislación anterior, que definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, y también protege a las parejas interraciales al exigir a los estados que reconozcan los matrimonios legales sin distinción de "sexo, raza, etnia u origen nacional".
La aceptación pública del matrimonio entre personas del mismo sexo creció fuertemente en las últimas décadas, y las encuestas ahora muestran que una gran mayoría de estadounidenses le son favorables. Pero algunos conservadores y la derecha religiosa continúan rechazándolo. "Creo que este es el camino equivocado", dijo el republicano conservador Jim Jordan poco antes de la votación.
Los demócratas de la Cámara Baja trabajaron con urgencia para aprobar el proyecto de ley mientras aún controlan el Congreso.
El texto también reconoce la libertad religiosa, evitando que se pueda obligar a instituciones religiosas como las Iglesias a celebrar esas bodas y que estas pierdan beneficios o exenciones fiscales por no hacerlo. Este último punto formó parte de una enmienda introducida mediante un acuerdo bipartidista en el Senado, que hizo que el texto tuviera que volver ahora a la Cámara de Representantes para su votación definitiva después de que esta última lo hubiera aprobado ya en julio.
El matrimonio homosexual es legal en Estados Unidos desde que en junio de 2015 el Tribunal Supremo declarara inconstitucionales las leyes que lo prohibían en algunos estados.
Pero la movilización en torno a la defensa de esas uniones tomó impulso recientemente después de que el Supremo, controlado ahora por una mayoría conservadora, derogara en junio la sentencia "Roe contra Wade", que durante casi medio siglo protegió el acceso al aborto en el país.
Desde entonces, un gran número de activistas y políticos progresistas han advertido de la posibilidad de que la corte haga lo mismo con otros derechos, como las bodas entre personas del mismo sexo, devolviendo a los estados la potestad de fijar si lo permiten o no.
Los republicanos obtuvieron una estrecha mayoría en esta cámara en las elecciones de medio mandato de noviembre y tomarán su control en enero, mientras que los demócratas conservan una estrecha mayoría en el Senado. En una decisión de 2015, la Corte Suprema legalizó los matrimonios entre personas del mismo sexo y cientos de miles de parejas homosexuales se casaron desde entonces.