Uno de cada tres choques de cuartos de final se define en tanda de penales desde que se impuso este sistema en los Mundiales. En consecuencia, es hora de echar mano a los estudios realizados sobre las 32 tandas que se patearon desde 1978 hasta hoy, incluidas las dos de Qatar 2022.
Quienes hayan visto patear a japoneses y españoles esta semana se habrán preguntado lo mismo: ¿por qué le pegaron tan suave?, ¿por qué tan poco esquinado? Incluso más de uno habrá exclamado un contundente "¡qué hacen!". Pareciera que el terror a mandarla afuera o el exceso de confianza reinaron en las definiciones de octavos de final que terminaron en poder de Croacia y Marruecos.
En lo que va de Qatar 2022 ya se patearon 31 penales y hubo definiciones de todo tipo: a lo Panenka, bombazos, masitas, al medio, a los palos, atajadones... Pero lo que todavía no se vio fue algún disparo a las nubes. 18 de los penales terminaron en gol, 11 convirtieron a los arqueros en héroes y 2 dieron en el palo. Es decir, apenas el 58 por ciento dejaron contento al pateador. La cosa está tan complicada que los dos jugadores que ejecutaron más de un penal, Messi y Lewandowski, convirtieron uno y le atajaron el otro.
La cosa empeora para los "shoteadores" de tener en cuenta sólo las tandas de España-Marruecos y Japón-Croacia: menos de la mitad terminaron en gol. Fueron 15 penales con 7 goles (47 por ciento), 6 atajados (40 por ciento) y 2 en los palos (13 por ciento).
De todos modos, la historia es mucho más generosa con los valientes que toman la pelota. De acuerdo a un estudio del sitio The Analyst, entre 1982 -el sistema se impuso en el '78 pero la primera tanda fue en el Mundial de España- y 2018 se patearon 279 penales en definiciones de este tipo: 196 terminaron en gol (71 por ciento), 60 fueron atajados (21 por ciento) y 23 fueron desviados, incluidos los que dieron en los palos (8 por ciento).
Arriba no falla, abajo no tanto
Una de las conclusiones del informe de The Analyst es bastante contundente: penal que va al tercio más alto del arco resulta inatajable. No es una exageración: los 43 penales que se depositaron allí en las tandas mundialistas terminaron en gol. La efectividad cae cuando se dispara a media altura: 66 penales, 49 goles y 74% de acierto. En tanto que apuntar bajo es lo menos recomendable y, a la vez, lo más usual: 147 penales, 104 goles y 71% de acierto.
Claro, la estadística mencionada sólo contempla los tiros que fueron al arco. De introducir los disparos que dieron en los palos o le esquivaron al arco y ubicarlos por proximidad al sector del que pasaron cerca (y no tanto), los porcentajes empeoran aunque la tendencia se mantiene.
Los penales pateados al tercio superior del arco terminan en gol el 75 por ciento de las veces (43/57), los que van a media altura, el 72 por ciento (49/68) y los que van abajo, el 67 por ciento (104/154).
Qatar 2022: mirá que te comen, hermano
En lo que va de este Mundial los arqueros se vienen comiendo a los pateadores. El marroquí Bono y el croata Livakovic se empacharon en sus respectivas tandas y dieron prueba de ello. Por el momento la gran mayoría de los tiros (77 por ciento) fueron apuntados al tercio inferior del arco: una decisión por lo pronto equivocada si se tiene en cuenta el resultado.
De los 24 penales que fueron abajo, sólo la mitad terminaron en gol. Mientras que de apuntar a media altura la cosa mejora considerablemente: 5 goles de 6 intentos. Por último, sólo uno apuntó bien alto, el croata Brozovic, y terminó festejando.
A donde sea pero fuerte
Si algo caracterizó a los penales que se vieron en Qatar 2022 fue la falta de potencia en muchos de ellos, priorizando en exceso la ubicación final de la pelota. Subjetividad mediante, los disparos se podrían separar en tres categorías: suaves, potentes y picados (a lo Panenka). Los suaves fueron mayoría, para mal de los pateadores: 17 disparos y 9 goles (52 por ciento de acierto); los potentes fueron 12 y terminaron en gol en 9 ocasiones (75 por ciento); mientras que los picados fueron 2 y sólo el del marroquí Hakimi terminó bien (el increíble tiro del croata Livaja, no).
La felicidad del arquero está abajo a la derecha
Si algún arquero de fin de semana está pispeando esta nota, atención: tírese abajo y a su derecha. De acuerdo a los 256 penales pateados en definiciones entre 1982 y 2018, la mayor cantidad de atajadas se dieron allí.
En Qatar 2022 se mantiene la tendencia ya que 6 penales fueron atajados por arqueros que se tiraron a su derecha (Courtois, Szczesny, Livakovic en dos ocasiones, Unai Simón y Bono). De todos modos, con la izquierda no les va tan mal: Szczesny, Ochoa, Livakovic, Bono y Rochet se convirtieron en héroes yendo para ese lado.