La muerte de Hebe Pastor de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, mueve en nosotros múltiples sentipensamientos y también conmueve.

Recordamos cómo fueron vituperadas durante la dictadura cívico militar eclesial y empresarial. En efecto, las tildadas como "Locas de la Plaza de Mayo" reclamando aparición con vida de los detenidos desaparecidos por el aparato represivo estatal y paraestatal gritaban a viva voz la magnitud de los crímenes de Estado.

Más allá de coincidencias o diferencias sobre diversas cuestiones, lo cierto es que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo fueron la vanguardia de una férrea resistencia de la que también fueron parte los organismos de defensa de los derechos humanos, como la APDH, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Causas Sociales y Políticas y el MEDH.

Cuando la mayoría de los dirigentes políticos eran cómplices de la dictadura genocida hubo mujeres que desafiaron a los chacales artillados que hicieron un baño de sangre aniquilando mujeres y hombres luchadores sociales.

Desde 1980 acompañamos la digna resistencia, los oscuros años de plomo, cuando las leyes de impunidad de Alfonsín y el indulto de Menem.

En 1986 el local de la Biblioteca y Archivo Alberto Ghiraldo se reinauguró con la presencia de Madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario y la proyección de la película Todo es ausencia.

Reafirmamos nuestra convicción de no olvidar, no perdonar y no reconciliarnos con los asesinos de las hijas e hijos del pueblo.

Carlos A. Solero