Sentado en el mismo sillón que ocuparon Arturo Jauretche, a los 39 años Juan Cuattromo, el presidente del Banco Provincia, mira un enorme retrato de su antecesor entre 1946 y 1950, a quien declara admirar tanto como a otro ancestro, Aldo Ferrer, mientras explica qué desafíos tiene hoy como banquero público.  

--¿La morosidad está en alza o en baja?

--Se redujo mucho. En pandemia hubo diferimiento de deudas y a mediados de 2021 lanzamos varias líneas de refinanciación para individuos. Hoy la situación es otra. En 2019 buena parte de la morosidad alta se explicaba por Molino Cañuelas y Vicentín. Una parte tiene derrotero judicial. Absorbimos. Hoy la morosidad es cercana al 2 por ciento en empresas. Y cuando prestás a pymes te afecta menos. No sos capturado por dos o tres empresas. La morosidad efectiva puede ser más alta, pero la voluntad de pagar es siempre mayor. Incorporás ese tipo de riesgo en la evaluación. Lo mismo con el financiamiento a cooperativas. O con microcréditos firmados luego de convenios con municipios y con ministerios, también con subsidio de tasa. Y mientras tanto seguimos con la tarea de capacitación de Cuenta DNI, para que los mecanismos digitales no terminen generando exclusión.

--El Congreso de la Provincia todavía no resolvió el cambio de ley jubilatoria de los empleados del BAPRO. ¿Cuánto les afecta?

--Mucho. Es insólito, porque el tema tiene un desarrollo judicial con más de cinco cautelares. La situación actual genera una incertidumbre grande sobre cómo se va a resolver la cantidad de planteos. El BAPRO participó de todas las instancias de diálogo. Hoy, la forma en la que ley 15008 genera la necesidad de previsionar en el banco excede el patrimonio del BAPRO y perjudica a la Provincia. ¿Eso quiere la oposición? ¿Qué quieren los intendentes opositores? ¿También quieren eso los intendentes opositores que necesitan fondos para gestionar? Discutamos. Si hablamos muchas veces con ellos… Tenemos una solvencia patrmonial inédita. Convocamos a la oposición a que sea parte de la discusión. Y debatimos muchas veces en el marco de una comisión especial que creó la Suprema Corte de la Provincia. El Banco Provincia es el agente financiero de los municipios. Lo que el banco puede hacer está condicionado por lo que las leyes dejen hacer. Provincia Leasing se fondea con el banco. Y puede financiar a los municipios para adquirir maquinarias y bienes de capital. Si tenemos restricciones es probable que no podamos seguir con esto o seguir dando beneficios. La mayoría de los municipales tienen cuenta y descuentos, que son posibles por llevar una administración racional y por lo que podamos hacer. Es una pena, porque el bicentenario del Banco Provincia nos encuentra en un buen momento, con muchos cambios prácticos. Movimos el centro de contingencia de IBM a Arsat. Fue casi un año de planificación y de ejecución. Salió bien y ahora con Arsat ya estamos viendo qué podemos hacer juntos. Todo eso a pesar de que el mercado de crédito es chico en la Argentina, y eso limita la escala de las cosas que se podrían hacer además de las que ya estamos poniendo en práctica.

--¿Cómo banca pública no puede escapar a las limitaciones de la banca en general?

--No. La regulación que aplica a la banca pública es la misma que aplica a la banca privada. Y no estoy proponiendo que el Banco Provincia se escape de las regulaciones macroproducenciales. Siempre es bueno tener un capital determinado para asegurar solidez, diversificación, estándares de auditoría. Pero cuando queremos buscar alternativas para apalancar, por ejemplo, nos aplican una serie de restricciones que estaría bueno cambiar para la banca de desarrollo como es el Bapro. Las regulaciones son nacionales. Las estableció el Banco Central o fueron establecidas por ley. Estamos hablando el tema con el Banco Nación, que también es banca de desarrollo. En los 135 municipios bonaerenses la nuestra es la única presencia bancaria. Eso es política de inclusión.

--¿Por ejemplo en qué perjudican las regulaciones vigentes esa política de inclusión?

--Un caso son las regulaciones en la asistencia a municipios. Los créditos tienen trámite largo de aprobación y pasan por muchos organismos. Hoy podríamos asistirlos mejor, sobre todo porque avanzamos en inclusión y en cercanía. De todos modos el Banco Central trabajó bien para estimular las líneas productivas. Con el BCRA firmamos acuerdos, y también por supuesto con los ministerios de Desarrollo Agrario y de Producción. Por eso estamos dando subsidios adicionales de hasta 12 puntos de tasa, con Provincia en Marcha. O trabajar en la inclusión financiera de mujeres. En esos temas sobrecumplimos porque nos interesa consolidar la presencia territorial, dar asistencia crediticia a más sectores y colaborar en la agenda de los medios de pago. En cada uno de esos temas la banca pública tiene particularidades específicas. Y ahora uno nuestros productos de inclusión, la Cuenta DNI, hasta ganó un premio internacional, el Banking Tech Award, como mejor respuesta financiera a la pandemia.

--¿Cómo los afectó la pandemia?

--Con la Cuenta DNI ocurrió lo contrario. Existía desde antes de la pandemia y permitía abrir una cuenta en un banco y transferir a otra cuenta. Quisimos convertirla en una billetera eficaz. Pensamos que el desarrollo levaría un año, y entonces llegó la pandemia con sus necesidades: teníamos que pagar el IFE sin que la gente pudiera ir a abrir la cuenta para cobrar esa asistencia estatal. Hicimos un trabajo muy acelerado, con mucho compromiso de los trabajadores del banco, para incorporarle a la Cuenta DNI atributos de billetera: interoperable a una cuenta en el banco, a otra o a una fintech, pago de servicios, extracción sin tarjeta. Pagamos 1.400.000 IFEs. Con el IFE se sumaron a Cuenta DNI dos millones de personas.

--¿Y hoy son?

--Seis millones. No solo pagamos el IFE en tiempo y forma sino que llegamos a un descuento de un 60 por ciento en comercios y abrimos Cuenta DNI 13-17, el primer reconocimiento a las necesidades de madres y padres con sus hijos adolescentes. Nos preocupamos por que la aplicación tuviera habitualidad. Te tiene que resolver algo. El desafío es que tuviera esos atributos de usabilidad y de anclaje con los comercios de barrio. Los descuentos más fuertes están en los comercios de barrio. Eso generó identificación del pueblo de la Provincia con cuenta DNI. Lo vemos cuando en los negocios Cuenta DNI figura en las ofertas escritas con tiza en los pizarrones de afuera. La definición que nos dio el gobernador es que el banco público tiene que actuar según una definición política. Poner el foco en el financiamiento de pymes no implica ser menos serios o menos prudentes. Antes los ministerios tenían políticas propias de crédito. Eso reduce la escala. Es mejor que haya un crédito del banco con un subsidio de cada ministerio o del Fondep del Nación. En operaciones orinetadas a la producción pasamos del 38 al 52 por ciento. Y del 7,5 al 10,5 a nivel nacional en términos de producción.