El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este viernes los nombres de los ministros de Hacienda, Defensa, Relaciones Exteriores, Justicia y Presidencia, los primeros confirmados para su futuro Gobierno, cuando asuma el cargo el 1 de enero de 2023.
Fernando Haddad será titular de la cartera de Hacienda, la principal del área económica; José Múcio Monteiro dirigirá el ministerio de Defensa; y Mauro Vieira será el canciller. Para Justicia, el líder progresista llamó a Flávio Dino, de 54 años, un político admirado por Lula que fue gobernador de Maranhao y actual senador. En la cartera de Presidencia estará Rui Costa, de 59 años, actual Gobernador de Bahía, uno de los fundadores del PT y otro de los hombres de máxima confianza del presidente electo. Durante la presentación de los primeros miembros del gabinete, Lula les advirtió que tendrán que trabajar como nunca lo han hecho porque la tarea "será siempre más difícil de la que les han dado hasta ahora".
Ministerio de Hacienda a cargo de Fernando Haddad
Fernando Haddad -59 años- es uno de los amigos más cercanos de Lula y quien asumió la candidatura a la presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores en 2018, en la que ganó Jair Bolsonaro. Su trayectoria en la política arrancó en el siglo XXI al asumir el cargo de jefe de gabinete de la Secretaría de Finanzas y Desarrollo Económico de la Alcaldía de San Pablo. En 2003 fue llamado por el Gobierno de Lula para trabajar como asesor en el Ministerio de Planificación, donde impulsó el proyecto que hizo posible las asociaciones público-privadas en la administración federal. Luego asumió el Ministerio de Educación donde puso en marcha programas que abrieron las puertas a las familias más pobres para acceder a la educación superior.
No obstante, Haddad tendrá menos poderes que el actual "superministro" de economía, Paulo Guedes, ya que Lula decidió que el Ministerio de Economía se desmembrará en tres carteras: Hacienda, Planificación e Industria. Además, el presidente electo reconoció la autonomía de sus futuros ministros, pero anticipó que quiere tener voz y voto en las decisiones económicas del país.
El ministerio de Defensa volvió a las manos de un civil
El ingeniero y político conservador José Múcio Monteiro, que se ganó el respeto de todo el espectro político, incluso del ultraderechista Jair Bolsonaro, será el ministro de Defensa. Con su nombramiento, la cartera de Defensa regresa a manos de un civil tras cuatro años bajo el mando de militares, con la misión de apaciguar a los sectores del Ejército que mostraron resistencias al futuro cambio de Gobierno.
El futuro ministro es conocido por sus habilidades políticas y tiene buenas relaciones con los oficiales de las Fuerzas Armadas. Actualmente está coordinando los temas de Defensa en el equipo de transición de Lula. La tarea más difícil que tendrá es mantener buenas relaciones con los militares, que ganaron mucho poder bajo el Gobierno de Bolsonaro y ahora volverán a estar bajo las órdenes de un civil, como ocurrió desde la democratización de Brasil en 1985.
Múcio, de 74 años, fue ministro de Relaciones Institucionales durante el segundo mandato de Lula, pero se ganó el respeto de todo el arco político cuando dirigió el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), organismo de contraloría que supervisa las cuentas del Gobierno. En Brasil es especialmente recordado por haberle recomendado al Congreso Nacional rechazar las cuentas de la entonces presidenta Dilma Rousseff, cuando fue instructor del proceso en el TCU que supervisó los gastos del Gobierno en 2015. Ese dictamen fue la base del juicio político que llevó a la destitución de Rousseff en 2016. A pesar de ello, Lula y el PT demostraron que no le guardan rencor.
José Múcio inició su carrera política en los años setenta en cargos municipales en la ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, región de donde también procede Lula. A partir de los noventa fue diputado durante cinco mandatos consecutivos entre 1991 y 2007, siempre en partidos de centroderecha y derecha.
Vuelve el canciller de Dilma
El embajador Mauro Vieira volverá a dirigir la diplomacia de Brasil en el futuro Gobierno de Lula, un cargo que ya ejerció entre 2015 y 2016, los dos últimos años de Dilma Rousseff. Diplomático de carrera y con una amplia experiencia en comercio exterior, Vieira ocupó los cargos más importantes en las delegaciones de Brasil en el exterior: fue embajador en Estados Unidos entre 2010 y 2015, en Argentina de 2004 a 2010 y representante permanente de Brasil ante la ONU entre 2016 y 2019.
También fue jefe de la misión brasileña ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) con sede en Montevideo y ocupó cargos en la embajada de México, con lo que acumula un profundo conocimiento de la región. Desde que dejó su cargo de representante de Brasil ante la ONU, fue destinado como embajador en Croacia, cargo que ocupa hasta hoy.
En su segunda etapa como ministro de Relaciones Exteriores, tendrá el cometido de cumplir los planes de Lula de recuperar el protagonismo de Brasil en la escena internacional, un rol que Bolsonaro abandonó. Lula ha defendido retomar el proyecto de la integración de América Latina y el Caribe, así como fortalecer el Mercosur y otros mecanismos regionales. También propone recomponer los puentes con la Unión Europea, pero adelantó que pretende revisar los términos del acuerdo con el Mercosur, firmado durante la gestión de Bolsonaro, pero que todavía no ha entrado en vigor.
Lula promete diversidad en su gobierno
Adelantándose a las preguntas de la prensa por la falta de diversidad en el primer grupo de ministros, el presidente electo reiteró que habrá representatividad de "toda la sociedad brasileña", algo que había advertido antes de hacer los anuncios. Los cinco ministros anunciados este viernes son hombres de más de 50 años, cuatro de ellos blancos y Flávio Dino, el único que se identifica como "pardo".
Lula insistió en que los nombramientos se hicieron -y se harán- con base a las calificaciones de las personas que estén al frente de cada cartera y apuntó que las de este primer grupo son "extraordinarias". "Vamos a tener negros, indios, vamos a intentar montar un Gobierno que sea la cara de la sociedad brasileña en toda su dimensión", señaló Lula.
Lula confirmó que este domingo definirá con su grupo de trabajo cuál será el número total de ministerios que tendrá su Gobierno y dijo que hará nuevos anuncios la próxima semana. Asimismo indicó que antes de terminar el año, presentará un resultado de lo encontrado en el Gobierno de Jair Bolsonaro porque quiere dejar en claro cuáles fueron las problemáticas con las que recibe el país, para que luego no le sean achacadas a su gestión. "Fue un Gobierno que no preparó la administración de este país, que prefirió hablar y hablar y hablar y no consiguió resolver los problemas que necesitaban solucionarse".