“Amo a Montana, pero hago esto por la familia”. La máxima es del protagonista de Yellowstone (estreno del domingo por Paramount+), quien en esta quinta temporada cambia su tarjeta de presentación. El personaje encarnado por Kevin Costner no solo es uno de los latifundistas más poderosos de los Estados Unidos, ahora se ha convertido en gobernador del estado en cuestión. Interesante y auspiciosa vuelta de tuerca para este exponente del western moderno creado por Taylor Sheridan. Lo que en principio iba a ser una miniserie devino en un multiverso de espuelas, negocios oscuros y una dinámica familiar picante. Una Dallas, en tiempos de Succession, contextualizada en la emblemática reserva natural a la que le debe su título.

John Dutton es de esos perros mal llevados que sabe ganarse enemigos de peso, un terrateniente con mentalidad de un CEO que lidia con fuerzas que no puede mantener a raya como hicieron sus antecesores. Por un lado, aparecen tensiones con una tribu indígena, las empresas que buscan hacer negocios urbanos en su terreno y el propio gobierno federal. Esos aprietos lo llevaron a candidatearse para un puesto que aborrece. “Esta temporada hay un cambio de perspectiva. John es de los tipos que ha detestado a los políticos, abogados y leyes toda su vida, y ahora se ve en ese juego”, asegura Wes Bentley entrevistado por en Página/12. El actor es quien encarna a Jamie, el abogado con aspiraciones políticas e hijo adoptivo del mandamás. La lucha por el poder y el apellido incluye a sus otros dos hijos: Beth, la financista adicta (Kelly Reilly) y Casey, el rebelde que cría caballos y vive en una reserva aborigen (Luke Grimes). Ergo, en las tierras de Montana la violencia es regla, la familia no sabe de cariños y las ofertas tampoco se pueden rechazar.

Yellowstone es una producción que usa sus cartas -visuales y narrativas- con solvencia desde el piloto. Además de su actual temporada, la ficción ya cuenta con un spinoffs como 1883, el inminente 1923 y 6666, que profundizará sobre una granja legendaria de Texas. “Sabíamos que el material tenía algo especial, y que fuera creciendo fue una consecuencia lógica. Todos nos compenetramos en hacer el mejor programa posible. Vemos los resultados desde ahí, con placer”, asegura el actor.

-La quinta temporada se inicia con la victoria en las elecciones. Pero no hay ningún tipo de festejo, todo lo contrario. ¿Cómo se dará la dinámica familiar a partir de este escenario?

-Jamie está roto. John lo forzó a ser un abogado, él no quería ser eso. Quería construir su propio poder, había hecho los arreglos para lograrlo en la política y nuevamente queda bajo el ala de su padre. Estuvo esperando este momento por décadas y se frustra. Y para John tampoco es fácil ser ahora el gobernador. Se sabe hipócrita y a la vista de su hijo deja de ser invencible, el hombre de ideales inamovibles. Por todo esto, Jamie empieza a ver a John de manera diferente. El juego es otro.

-¿Y qué hay de su relación con su hermana?

-Beth forzó a Jamie a matar a su padre biológico. Ya no hay chance alguna de algún tipo de reconciliación. John es un tanque lleno de resentimiento, aunque sigue estando bajo el pulgar de Beth. Sabe que tiene que seguir sus órdenes para poder sobrevivir. Por dentro, Jamie está quemándose y está esperando el momento para reaccionar.

-¿Qué sabés de Jamie que desconocías en la primera temporada?

-Un montón. Eso se lo agradezco a Taylor (Sheridan). Cada escena te asegura un momento gigante en el que habrá revelaciones de la misma proporción, especialmente para Jamie. Lo que no sabía es lo frágil que podía ser por dentro. Lo desesperado que está por ser reconocido, tener atención y amor. Es de esos tipos que se desmorona frente a la crítica. Eso es triste y dramático.

-¿Cómo te preparás para las escenas con Kevin Costner? ¿Tienen algún tipo de rito? Porque sus interacciones siempre son dolorosas...

-Confiamos mucho en el otro porque son de esas escenas en la que tenés a dos tipos toreándose. John es particularmente brutal con Jamie. Siempre le digo "vayamos al fondo" porque es bueno. Tuvimos bastante tiempo para edificar su relación en la primera temporada. Los ensayos nos sirvieron de mucho como la guía de Taylor, que tiene muy en claro como es el vínculo entre ellos y como va armándose esta constelación con los demás. Todos estos elementos llevaron a lo que se plasma en pantalla.

-¿Cuál padre es más jodido: John Dutton o Roy Logan?

- Creo que Roy Logan es más ecuánime en lo jodido que es con todos sus hijos. John Dutton tienen sentimientos más suaves hacia Beth y Casey. Los ves expresar su amor de manera en que no lo hace con Jamie. Roy Logan es definitivamente más malvado pero imparcial.

-Es paradójico que dos de los programas estadounidenses más exitosos de la actualidad se basen en estos clanes complicados…

-Y no es solo en drama. Tenés a The Righteous Gemstones. ¿Será algo de lo que hay en Estados Unidos ahora? Lo hemos visto con las familias que tomaron el poder en los últimos años a través de sus cosas. Ahí tenés el trampolín perfecto para analizar la dinámica familiar desde el poder.