Los choferes de la línea 60 continúan el paro que iniciaron el jueves pasado en reclamo de mayores condiciones de seguridad laboral, tras la muerte de un operario en uno de los talleres mecánicos de la empresa. La medida de fuerza afecta a los 19 ramales que tiene la línea y que traslada a 250 mil pasajeros a diario. Los choferes esperan una respuesta de la empresa, que señala que el reclamo es “arbitrario e injustificado”.
La huelga comenzó el jueves pasado a la tarde, tras fracasar una reunión realizada en el Ministerio de Trabajo entre directivos de Micro Ómnibus Norte S.A. (Monsa), representantes de la cartera y gremialistas. Semanas atrás una inspección realizada por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo detectó fallas de seguridad en varias unidades y en las terminales.
Los choferes sostienen que la medida adoptada es para que "no se repita" una muerte como la de David Ramallo, ocurrida el 9 de septiembre pasado, en un accidente con un montacargas en el taller de Barracas, al tiempo que reclaman la reincorproración de los choferes despedidos en los últimos días.
La empresa calificó la medida como "arbitraria e injustificada" ya que, según explicó, "se realizaron inspecciones del Ministerio de Trabajo en las terminales de Barracas y en la de Ingeniero Maschwitz". "Sólo la terminal de Maschwitz recibió algunos requerimientos menores, de manera alguna que no afectan la seguridad de la operación del personal", añadió.