Los fanáticos de la Selección cumplieron este lunes con un ritual antes de cada partido en el Mundial Qatar 2022: el banderazo de apoyo a los jugadores argentinos en el mercado Souq Waqif, uno de los puntos turísticos de la ciudad de Doha.
Pasadas las 18.30, en el mediodía argentino, la escultura en forma de pulgar gigante situada en el corazón del paseo gastronómico y comercial de la capital qatarí volvió a ser el epicentro por parte de los fanáticos.
Esta costumbre comenzó en la víspera del partido ante México. Pero la victoria ante Países Bajos despertó una mayor euforia con el plantel, dado que la convocatoria fue la más alta desde el inicio de la Copa del Mundo.
A diferencia de encuentros anteriores, en esta ocasión hubo mayor presencia policial, con vallados y rigurosas normas de seguridad que impidieron cualquier tipo de desborde, con la intención de no afectar los locales circundantes.
Además, hubo canciones dedicadas a la Verdeamarela por su eliminación en los penales frente a Croacia. La clásica "Brasil, decime qué se siente" y "el minuto de silencio" se escucharon con euforia por la sorpresiva despedida de Neymar y compañía.
Muchas familias con niños se reunieron en el lugar, al que también se sumaron los que arribaron en los vuelos especialmente programados por Aerolíneas Argentinas después de la clasificación a las semifinales.
En pleno desarrollo de la manifestación, fanáticos sin entradas para el duelo ante Croacia intentaban ingresar al sitio web de la FIFA para hacerse de algunos de los tickets liberados a última hora por el mismo organismo que regula el tema. Y si bien está prohibido, a los que llegaron a Qatar sin entradas, pero con el deseo de ver las instancias finales, les queda otra variante: el mercado paralelo.
Al margen de ello, el ambiente del encuentro tuvo las características habituales: euforia desmedida y cantos por Messi, Maradona y la Selección, que este martes se presentará desde las 16 en el Estadio Lusail, en el que se espera que haya más de 30.000 fanáticos de la Albiceleste.
El momento más fervoroso se produjo con la llegada del emblemático "Tula", quien animó la juntada con su bombo. Y después de entonar el Himno Nacional Argentino, los simpatizantes iniciaron su ordenada desconcentración.