Diego Luciani tiene problemas con cierta popularidad. El sábado a la noche se cruzó en un conocido restaurante del puerto de Mar del Plata, Lo de Fran, con Artemio López y Clara, su compañera. Ella lo reconoció, y le dijo que iba a ser juzgado por la historia, en alusión al juicio Vialidad. A él, no le gustó. 

Según la versión que el fiscal se encargó de propagar en todos sus medios amigos, al reconocerlo ella reaccionó diciendo "qué vergüenza, dan ganas de vomitar". Luciani pidió una entrada pero pronto se molestó porque creyó percibir que el mozo charlaba amigablemente con Artemio López y su pareja y decidió irse. 

Cuando se retiraba, ella le dijo "a vos la historia te va a condenar" y el fiscal respondió "a vos también te vamos a condenar", una frase que, de acuerdo a los insólitos fallos judiciales recientes, incluido el del juicio contra CFK en que el fiscal fue protagonista, bien podía sonar como una amenaza posible de convertirse en realidad.

Dicho y hecho, el fiscal terminó denunciándola penalmente. La oposición paseó el caso por todas las pantallas, se desató un escarnio público sobre el politólogo y su pareja y hubo hasta un comunicado de la Asociación de Fiscales. 

El lunes a la noche, finalmente Artemio López respondió a las criticas por tuit. "Más allá del anecdotario típico de una sociedad polarizada –dijo--, sé fehacientemente que Luciani agredió verbalmente a mi mujer advirtiendo que la iban a juzgar por motivos que desconozco". "Su acompañante la zamarreó del brazo y le quiso pegar frente a lo que comensales le gritaron 'con una mujer no, con una mujer no"". Y dijo: "Amenazas, violencia de género con agresividad manifiesta en un fiscal de la nación”. 

En tono irónico, luego optó por lo importante: "Y no nos desenfoquemos #MacriMufa!!!"

Poco después, retomó el tema en otro tuit dedicado a analizar los alcances del episodio y la desmesurada cobertura que lo acompañó en todos los medios que comparten los puntos de vista del fiscal y de todo el sector del Poder Judicial que lo apaña y defiende. 

"Cuánta indignación noto en la derecha neoliberal cipaya dedicada a defender misóginos y apretadores, Y hacerlo, además, en un país donde celebraron el intento de magnicidio de la vicepresidenta. Dan náuseas y claro que son vomitivos, no sé de qué se indignan. Sucede lo obvio", concluyó.