Autos y micros incendiados, actos de vandalismos y destrozos en las calles fue el escenario que generaron anoche distintos grupos bolsonaristas durante la oficialización de Luiz Inacio Lula Da Silva como próximo presidente de Brasil, por parte del Tribunal Superior Electoral de ese país.
Minutos después de ese acto, y como si no quedara claro de dónde provino la instigación de esos hechos, el presidente saliente Jair Bolsonaro recibió en los jardines del Palacio de la Alvorada a centenas de manifestantes que piden que el Ejército dé un golpe de estado para evitar el tercer mandato del líder del Partido de los Trabajadores.
Durante esa pequeña manifestación en la residencia presidencial, un cura que se ubicó al lado de Bolsonaro alentó a los golpistas a seguir manifestando y llamó a Lula "ladrón".
Los hechos violentos de rechazo a la futura asunción por tercera vez de Lula como presidente tuvieron epicentro en Brasilia, donde se realizó la ceremonia su diplomatura.
Mientras esto ocurría, manifestantes de la extrema derecha que apoyan a Jair Bolsonaro quemaban decenas de automóviles y ómnibus en varias regiones. Además, según se informó oficialmente, esos comandos intentaron ingresar a la sede de la Policía Federal luego de que fuera detenido por esos actos antidemocráticos un dirigente indígena aliado al presidente saliente.
La policía del Distrito Federal de Brasilia reprimió con gases y balas de goma para evitar la invasión en el edificio de esa fuerza de seguridad. "La situación es extremadamente tensa", dijo un vocero policial citado por CNN Brasil.
Diversos grupos circulaban por las avenidas de Brasilia cometiendo actos de vandalismo y por ese motivo se reforzó también la seguridad de Lula en el hotel Meliá 21, donde se alojó luego de haber sido diplomado como presidente.
"La seguridad del presidente Lula está siendo asegurada", afirmó el futuro ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flavio Dino. En tanto, el gobernador de Brasilia, Ibanés Rocha, dijo que la policía estaba en condiciones de controlar las situaciones de tumulto.
Esta noche se registraban bloqueos en algunos accesos a la Explanada de los Ministerios, el núcleo de los poderes de la capital brasileña.
Bolsonaristas que reclaman un golpe de Estado manifiestan desde el 30 de octubre, cuando el presidente fracasó en su reelección, en la puerta de los cuarteles del Ejército.