Tras un intento de apartar a la familia, se espera que -luego de la feria- la Justicia ponga fecha al debate oral y público contra cuatro acusados por el travesticidio de Vanesa Zabala, en Reconquista. Quienes deberán decidir son los integrantes del nuevo tribunal de juicio definido por la Cámara Penal de Vera, luego del apartamiento de magistrados que la querella y la fiscalía consideraban con riesgo de parcialidad. La familia de la joven trans asesinada de manera atroz, en marzo de 2013, espera que los acusados sean juzgados entre agosto y setiembre próximos. Se esperan unos 50 testigos. "Necesitamos cerrar una etapa de todo esto, porque lo sufrimos día a día, con los asesinos en libertad: viajé en colectivo con uno de ellos y no me había dado cuenta hasta que me lo encontré en la misma audiencia donde nos confirmaron como querellantes", dijo a este diario Sandra Zabala, hermana de Vanesa y querellante en la causa, con patrocinio del Centro de Asistencia Judicial. Nicolás Vera, delegado del Ministerio de Justicia provincial, en el norte, reafirmó el compromiso de acompañamiento a la familia.
Los jueces Irineo Berzano, Claudia Bressan y Gonzalo Basualdo serán los encargados de juzgar a José Daniel Villasboas, Ana Virginia Abasto, José Luis Petroni y Gustavo Daniel Vallejos, que llegan al debate en libertad, ya que hace un año se vencieron los plazos de detención preventiva. Solo resta poner fecha de juicio. En el caso hay dos menores implicados, pero se trata de una causa paralela en la Justicia de Menores.
La nueva designación de magistrados, resuelta a principios de este mes, tiene que ver con la recusación presentada por los querellantes y la Fiscalía, en febrero pasado. Primero, el abogado del Centro de Asistencia Judicial, Federico Lombardi, recusó con causa a los conjueces Aníbal Marchetti, Julio Thomas y Gustavo Ocaño, en virtud del "temor de parcialidad", por el rechazo de dichos miembros a aceptar como querellante a la hermana de la víctima -tras el fallecimiento del padre, que era titular de la querella-, cuestión que luego fue avalada por la Alzada. Mientras que en abril, el fiscal de Cámara, Antonio Mántaras, también solicitó "el inmediato apartamiento de los conjueces", ante la "imperiosa necesidad de sortear las serias y recurrentes dificultades dilatorias que obstaculizaron del avance" de la causa.
Así, el camarista Carlos Damián Renna, resolvió el apartamiento de dos conjueces cuestionados; y en su lugar designó a los magistrados del nuevo sistema penal, pese a que se trata de un caso de la justicia conclusional, ya que fue anterior al 10 de febrero de 2014. La medida está legitimada en un acuerdo de la Corte Suprema santafesina.
La familia tuvo que atravesar este año una ardua lucha para seguir siendo querellante, y llegar al juicio como parte, luego de años de espera a la instancia que esperan ver definida este año. El conflicto se resolvió el 2 de mayo pasado, cuando la Cámara Penal de Vera admitió a una de las hermanas de Vanesa Zabala como querellante, para representar a la familia, con la asistencia de los abogados Federico Lombardi y Agustina Peralta del CAJ, además del acompañamiento del colectivo Justicia por Vanesa. "Queremos que paguen por lo que hicieron, que queden presos quienes tengan que estarlo", reclamó Sandra.
Para los letrados, los jueces que intentaron apartar a los querellantes "desoyeron el pedido de la familia y de las organizaciones acompañantes, lo que constituía un preocupante precedente para el acceso a la Justicia de cualquier ciudadano con derecho legítimo".
En ese sentido, Sandra aseguró que la ansiedad por llegar a juicio la acompaña cada día. Es que pasaron más de cuatro años del travesticidio de su hermana, y la familia sigue sin respuestas y con los acusados libres. Incluso, dos de ellos fueron detenidos por hechos de hurto, tras recuperar la libertad por el crimen.
El 29 de marzo de 2013, Vanesa fue encontrada con golpes, ahorcada y empalada, en la rotonda de ingreso a la ciudad del norte provincial, cerca de donde ejercía el trabajo sexual. La investigación del brutal hecho llevó a dar con tres hombres, una mujer y dos menores de edad, como sindicados. Según la teoría del caso, Villasboas, Abasto, Petroni, Vallejos y dos menores le hicieron señas y la llevaron hasta unos pastizales, donde luego la atacaron. Su familia la esperaba en el cumpleaños de una sobrina. Una de sus hermanas le escribió a Vanesa para que fuera, y ella contestó que estaba por terminar la jornada, y que le guardaran comida. Sin embargo, nunca llegó. La investigación determinó que le pegaron con un caño, la patearon, la intentaron ahorcar. El golpe contra los soportes de un cartel provocó que perdiera un ojo y la herida la dejó inconsciente. Como si ello fuera poco, la empalaron y huyeron del lugar.