Rosario Spina tiene una forma de escuchar a sus entrevistadas que despierta confianza. Ante el silencio atento y receptivo con que ella sostiene la mirada desde sus ojos claros, abren sus corazones y sus mundos. Periodista y docente de Literatura, colaboradora en varios medios de Argentina y de Colombia, Rosario aborda en Líneas de fuga, su nuevo libro de crónicas editado por Le Pecore Nere, una serie de temas "sensibles". El libro se presentó en la mejor fecha imaginable: el evento tuvo lugar en la Biblioteca Argentina el pasado 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género. Se lo presentó Belén Campero, colega escritora citada en el libro en relación con el cuidado, uno de los temas recurrentes en la obra literaria y periodística de Spina. "Hay demandas que no pueden esperar, que no entienden de entrevistas, de la agitación de la ciudad, de la vida sin freno. Hay un 'no tiempo' en las tareas de cuidado, 'un tiempo que no es de nadie, un tiempo que donamos sin saber', escribe Belén Campero en un poema", reflexiona la autora en la nota más extensa y quizá la más bella de las 9, su entrevista a Beba Linaro.
Las voces invisibilizadas de las cuidadoras son las que se expresan a pleno en este libro, cuyas tapas rosa intenso irradian el color elegido por Rosario para plasmar esa especial conjunción de vitalidad resiliente y delicadeza amorosa tramada en los vínculos sobre los que este libro testimonia, y que van más allá de lo humano. Son mujeres, siempre o casi siempre, las que conectan no sólo con la cría humana sino también con la dignidad del animal salvaje, con el vigor sanador de las plantas medicinales y a veces hasta con el misterio de los espíritus invisibles. Madres, madres canábicas, activistas ambientales, artistas, magas, brujas, hechiceras, trabajadoras funerarias y también las death doulas que acompañan en ese parto del alma que es el morir, hacen sonar las diversas voces que traman su tapiz multicolor de cosmovisiones y de hablas en las crónicas del libro.
Naturaleza, mujeres e infancias neurodiversas impulsan las líneas de fuga del título, expresando su capacidad de renacer, abriendo la posibilidad creadora de lo nuevo que dibuja fisuras en el sistema que las explota, las mutila, las criminaliza, las castiga o las relega al mortífero lugar de lo desahuciado y el desecho. Spina viaja hasta el frío de Ushuaia para experimentar las ruinas del penal que fue la única institución capaz de alojar a Roberto Godino, el niño asesino de niños (y gatos) a quien la prensa de la época ridiculizó con el mote de “El petiso orejudo” y a quien la cronista restituye la dignidad de su nombre completo. Conversa con Beba Linaro y equipo, quienes curan y cuidan a los animales que sobrevivieron a los avatares sufridos en el zoológico de Rosario. Entrevista a una mamá canábica, que lucha junto a sus pares por una ley que ampare la sonrisa de su hijo autista. Indaga la dicha impensada de una mamá que adopta a un niño con parálisis cerebral. Se acerca al fin a quienes acompañan el inevitable acto de morir.
Con una estructura narrativa cautivante y una prosa que hace poesía en el trazo del narrar, la autora da forma literaria a los aspectos de lo real en los que se zambulle para conocerlos; y el horizonte dibuja utopías con la esperanza de habitar con más amor este planeta. Nacida en 1982 en Arroyo Seco y radicada en Rosario, Spina publicó también el poemario Formas de ordenar el ruido (Rosario, Colección Alfa, Editorial Biblioteca, 2019). En 2014 fue becada por la Fundación Gabo para un Taller en Periodismo y Literatura en Cartagena. Es coguionista de Maternidark, serie en producción para TV Pública.