Emiliano Martínez (7): el héroe de las definiciones por penal -que en esta ocasión, y para fortuna de nuestros agitados corazones, no hubo necesidad de disputar- tuvo su primera gran intervención sobre el final de la primera etapa cuando le tapó un remate a Juranovic, aunque todo ya estaba invalidado por offside de Pasalic. En la segunda parte, tras un titubeo, se jugó la vida ante el acechante Petkovic. El "Dibu", más que aprobado.

Nahuel Molina (7): esta vez un poco más contenido a la hora de ir al ataque, el defensor del Atlético Madrid tuvo un duelo personal con Perisic, que lo atacaba por su franja. Así y todo, ganó la pulseada y hasta se mostró como un delantero más, por caso en la jugada en la que Alvarez se decidió por hacer la personal y marcar el segundo.

Cristian Romero (7): con aplomo, el zaguero del Tottenham de entrada se dedicó a desarticular cada aislado intento en ofensiva, aunque enseguida chocó su cabeza con su compañero Otamendi tras un córner croata y acusó cierto mareo, que por suerte no pasó a mayores. Sobrio y seguro.

Nicolás Otamendi (7): limpio para cortar y contagiando solidez a toda la última línea, no se achicó ante el tibio dominio inicial de Croacia, que tocaba y tocaba, pero no generaba mayor peligro. Otra gran tarea del experimentado líder silencioso de la defensa.

Nicolás Tagliafico (8): impecable, el lateral del Olympique de Lyon era uno de los que se sumaba a la dinámica de presionar bien arriba para dificultar la salida de los croatas. Una fiera para cortar juego y pasar a la ofensiva, a sabiendas de que Mac Allister cubría las trepadas por su sector. Gran recambio para el suspendido "Huevo" Acuña.

Rodrigo De Paul (7): el motor de la Selección, además de ser el pivote del mediocampo y acompañar el ataque argentino, fue la rueda de auxilio permanente cuando las papas quemaban y había que dar una inestimable mano a la defensa. Interceptó un gran balón en campo propio que propició la indetenible carrera de Alvarez y que devino en el segundo tanto. Había hecho un esfuerzo descomunal para estar en el once titular y Scaloni volvió a confiar en él. Terminó muy cansado y cuando fue reemplazado tuvo un baño de cariño de parte toda la afición argentina.

Leandro Paredes (7): fue un acierto de parte de Scaloni la reinserción en el once titular del mediocampista de la Juventus, porque la aceitada entente Kovacic-Brozovic-Modric ameritaba un 5 un poco más clásico para buscar un equilibrio en mitad de cancha. A estas cualidades, el jugador que se formó en Boca le sumó su característica buena pegada. Otro que volvió y aprobó.

Enzo Fernández (7): más adelantado y suelto a partir de la inclusión de Paredes como volante tapón, tuvo la primera chance del partido con un remate que salió muy cerca del poste izquierdo de Livakovic. Al ratito metió un pase bárbaro desde mitad de cancha para buscarlo a Alvarez, en la jugada que provocó el penal que convirtió Messi. A partir de su gran esfuerzo de a poco se fue quedando sin piernas, pero se afianza cada más.

Alexis Mac Allister (8): de menor a mayor, el volante mixto​ del Brighton de Inglaterra empezó con algunas dudas, pero se fue afianzando conforme avanzaba la primera parte y llegaban los goles argentinos; de hecho pudo gritar el suyo de cabeza tras un tiro de esquina por izquierda antes del descanso, pero el enorme Livakovic lo impidió. Otro magnífico partido de quien se ganó una indiscutida titularidad a partir de la desgraciada lesión de Lo Celso que sacó del Mundial al ex Rosario Central, presente en Lusail para brindar apoyo a sus compañeros. 

Lionel Messi (10): durante los primeros 20 minutos fue otro testigo del toqueteo insistente aunque sin profundidad de Croacia. Recién empezó a conectar con Julián a partir de ese tramo del juego, en el que sintió un tirón en un aductor, que por lo visto no se notó a la hora de ejecutar con frialdad el penal que representó su quinto tanto en Qatar 2022, al tiempo que desplazó a Gabriel Batistuta para erigirse como máximo artillero argentino en Mundiales. Ya en el complemento, armó un jugadón con Fernández y su patriada pudo ser rechazada por el 1 balcánico. Hiperconcentrado, fue muy incisivo y determinante en ofensiva. De ese modo volvió a frotar la lámpara, sacó a pasear por derecha al enmascarado Gvardiol y, a pura generosidad y talento, cedió para el intratable Julián, que no perdonó. Ah, y por si fuera poco, el astro del París Saint-Germain también colaboró en el aspecto defensivo. Enorme.

Julián Álvarez (10): incansable y totalmente embebido del espíritu de este grupo con hambre de gloria, aprovechó un corte de De Paul para iniciar una espectacular corrida en campo propio, que terminó en zona contraria a pura potencia y dejando en el camino un tendal de croatas que no pudieron pararlo y mucho menos evitar que el ex delantero de River, cual topadora sin frenos, marcara en la primera etapa su tercer tanto en el certamen. Un golazo que recordó las corajeadas del "Matador" Kempes en la final del Mundial '78. En el complemento tampoco bajó los brazos y volvió a cantar presente en la red tras una verdadera perla de su encendido capitán. Con su doblete a Croacia suma cuatro conquistas en esta Copa del Mundo, se ganó una ovación y no parece tener techo.

Lisandro Martínez (-): ingresó por Paredes para que Argentina se rearme atrás y conserve la ventaja.

Exequiel Palacios (-): entró por un tocado De Paul ya con el partido definido.

Paulo Dybala (-): fue el debut del cordobés en Qatar y en un puñado de minutos siempre buscó conexión con Messi y el también ingresado Palacios.

Juan Foyth (-): entró sobre el final y concretó asimismo su primera participación.

Ángel Correa (-): otro que tuvo su bautismo de fuego en el Mundial.