El director del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Gabriel Leegstra defendió ayer el rol de sus subalternos tras las críticas judiciales sobre las fallas por la presencia rutinaria de aparatos teléfonos entre la población carcelaria. "Hay que destacar que fue nuestro personal el que encontró en un conducto de ventilación treinta celulares, en un sector al que tienen acceso sólo los internos". El jefe penitenciario apuntó básicamente hacia "los familiares de los detenidos" como los responsables del ingreso irregular de la telefonía móvil. Y remarcó que "estamos monitoreando permanentemente a los empleados y les exigimos registrar su teléfono y tarjeta sim , para evitar que se ingresen al penal con otros celulares". Sin embargo dejó una frase que preocupa: “No hay fecha para que funcionen los inhibidores de celulares en las cárceles”. También destacó el rol de los penitenciarios que solo en la última semana abortó el escape de un preso de la cárcel de Perez y una fuga masiva a través de un túnel en la cárcel de Las Flores durante el partido Argentina y Países Bajos.
Leesgtra se refirió al operativo que la fiscal Valeria Haurigot y el fiscal Franco Carbone encabezaron hace solo 48 horas atrás y que terminó con el decomiso de teléfonos no solo en Piñero sino también en el penal federal de Ezeiza. “En el pabellón 9 de la cárcel de Piñero se encontró un celular, y al revisar un conducto de aire, se hallaron 30 celulares. En esos pabellones se alojan presos de mediano perfil” expresó el jefe penitenciario. Además indicó que “los teléfonos fueron puestos a disposición de la fiscalía, por lo cual podemos ecir que ha sio un resultado positivo ya que se suman a las investigaciones sobre balaceras”, posiblemente ordenadas desde esas mismas líneas.
“El procedimiento se hizo en Piñero a solicitud del fiscal Carbone, después de encontrar un celular en una celda, se revisaron los ductos de aire, y allí se halló un treintena más. Ese ducto de aire llega a cuatro celdas. En esos pabellones no había presos de alto perfil, pero sí de mediano”, explicó Leegstra.
En ese sentido, aseguró “Veamos que hacemos desde el Servicio Penitenciario para que no entren los teléfonos, por ejemplo, esta mañana ( por ayer) querían meter un celular a través de un tupperware, con doble fondo. Sabemos que los teléfonos entran por las visitas. A través de diferentes formas, en zapatillas, adheridos al cuerpo, o en partes íntimas. También secuestramos celulares que son arrojados desde afuera a los patios linderos a los perímetros”. Y luego amplió “Hacemos requisas del personal, en este momento hay seis hombres en condición de disponibilidad por portar dos celulares. Impartí directivas para que el personal penitenciario registra su mail, su celular con tarjeta sim y no pueda usar otro que no sea el que está registrado”.
Por su parte, el funcionario provincial afirmó “No tengo fecha todavía para que funcionen los inhibidores de celulares en las cárceles, sé que está solicitado y se hicieron las gestiones con el convenio firmado a través de Invap”.
Por último, en referencia a la balacera a TV Litoral donde existió un mensaje carcelario, donde dice que dejen de trabajar determinados fiscales que investigan a narcotraficantes, Leegstra subrayó “el personal penitenciario sigue trabajando, prestos a la labor de todos los días, existieron tentativas de fugas en Pérez y en Las Flores que fueron impedidas, las amenazas no nos amedrentan. La lectura que hacemos es que el trabajo que realizamos lo hacemos bien, porque de otro modo, a los delincuentes no les molestaría como para amenazarnos”.
De igual manera el funcionario destaco la tarea de los hombres a su cargo : hace menos de una semana un interno del pabellón 3 de la Unidad Penal 16 ubicada en el límite entre Rosario y Pérez intentó escaparse de la cárcel y fue impedido por los agentes penitenciarios. De acuerdo a fuentes policiales, el detenido saltó del patio, pasó al sector de resguardo y avanzó hacia el cerco perimetral para intentar ganar la calle. Antes de llegar a un último tejido, los guardias de las garitas 4 y 5 dieron la voz de alto y luego segurida externa procedió a disparar para detenerlo. El interno fue trasladado a enfermería bajo observación médica y se evaluaba si era necesario un traslado.
En tanto el viernes por la tarde, minutos previos al partido de la Selección Argentina contra Países Bajos, se encontraron dos túneles en la cárcel de Las Flores y frustraron una fuga masiva de presos. Todo ocurrió cuando el celador de la Unidad Penitenciaria N° 2 escuchó ruidos en el Pabellón 1 y dio la alarma.
Según detalló Leegstra, en la celda 115 encontraron un túnel de poco más de un metro de largo y de 59 centímetros de ancho, que comunicaba con la celda contigua, la 116. "Escucharon ruidos el viernes previo al partido, como si se estaría haciendo algún trabajo de albañilería. Eso llamó la atención del personal penitenciario y dio alarma. Chequearon la celda y a los internos del Pabellón N° 1, el que está más al norte de la cárcel".
En la celda 115 encontraron un pozo con orientación a la celda 116. Dentro del pozo hallaron tres celulares, que quedaron secuestrados. En la celda 116 estaba todo normal mientras que en la celda 117 observaron una perforación de dos metros de largo, 70 cm de ancho y 50 cm de profundidad, tapada con tierra floja que se dirigía hacia los cimientos del exterior del inmueble.
Leegstra explicó que los túneles fueron realizados con hierros y puntas, elementos que desde afuera arrojan al patio del penal. Los internos estuvieron trabajando desde la mañana temprano y estaban aguardando el horario del partido para intentar salir al patio y luego atravesar el muro perimetral. El funcionario aclaró que en el penal funcionan los escáneres detectores de metales, se trabaja con el escáner de bolsos y con body escáner. Los dos detenidos de la celda 115 fueron trasladados a otra unidad penitenciaria. En la celda 117 se estaba reparando la instalación eléctrica porque estaba desocupada y los presos aprovecharon la circunstancia. Tras el intento de fuga masiva frustrado, se llevó a cabo una requisa general en el penal donde hay 1.300 internos. "El personal de servicio externo sumado al personal encargado del restablecimiento del orden realizaron un chequeo exhaustivo", aseguró Leegstra.