Argentina le ganó este martes por 3 a 0 a Croacia y pasó a la final del Mundial de Qatar 2022. La alegría no se sintió solo en el país, sino que se sintió a 17 mil kilómetros, en Bangladesh, donde la Selección tiene miles de seguidores. La historia del fanatismo nació en 1986 y tiene como protagonista a Diego Armando Maradona.
La diferencia horaria de nueve horas respecto con Buenos Aires no le impidió a los ciudadanos de Bangladesh copar las plazas públicas del país, donde colocaron pantallas gigantes para poder ver los partidos del Mundial, especialmente los del equipo dirigido por Lionel Scaloni. Allí, según se ve en videos difundidos en las redes sociales, gritaron tanto el gol de Lionel Messi desde el punto de penal como los dos de Julián Álvarez.
Al final del encuentro, siguieron el festejo en las calles, donde desplegaron vuvuzelas, banderines y banderas de Argentina, y lucieron camisetas de la Selección, algunas con la imagen de Diego Maradona.
Por qué Bangladesh hincha por Argentina
Para entender lo que sucede en Bangladesh hay que remontarse a 1942, cuando se produjo la Batalla de Singapur, la cual dejó a los ingleses en una situación complicada respecto a Japón, explicaron en un video subido a la cuenta de TikTok “Cultura Soportable”, administrada por la arqueóloga argentina Rocío Goncalves y la historiadora dominicana Blanca Mejía Nina.
En ese entonces, Winston Churchill, ministro de Reino Unido, cortó los suministros al pueblo de Bangladesh, ya que creían que podía llegar a colaborar con Japón en su disputa. Ese bloqueo provocó la “Hambruna Bengala” en 1943, que se estima dejó alrededor de 1,5 millones de muertos.
Más de cuarenta años después de aquel conflicto, la herida seguía latente en el pueblo bangladesí. Por eso, en 1986, consideraron una “venganza poética” que Argentina, un país donde la Guerra de las Malvinas dejó una marca indeleble, eliminara a Inglaterra del Mundial de México en cuartos de final, con los dos goles de Maradona que quedarían en la historia: el “Gol del Siglo” y la icónica “Mano de Dios”.
Aquella tarde, los bangladesíes encontraron en Maradona un ídolo y en Argentina una segunda patria. Y, como el seleccionado de Bangladesh nunca tuvo la chance de clasificar a una Copa del Mundo, hinchan por la Albiceleste en cada oportunidad que tienen.