"No es un problema de España, es un problema global. Muchas veces son señales soterradas, pero que desde niñas te inculcan. Te educan de una manera diferente si eres niña y por ahí empieza la discriminación", apunta cargada de razones Beatriz González, catedrática en Economía de la Salud.
España es un país de médicas que nunca llegan a jefas. Los cargos directivos de los equipos sanitarios aún están fundamentalmente en manos de hombres a pesar de que ya son más mujeres las colegiadas para ejercer. Un estudio impulsado por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), apunta a que hay comunidades autónomas donde apenas el 20,3% de jefes de servicio son mujeres. Y sin embargo, los datos totales de 2021 revelan que el 61% de los médicos que trabajaban en centros sanitarios públicos de España son mujeres.
El estudio pone de manifiesto una vez más un techo de cristal que se sostiene en el tiempo y que, a pesar de los avances en materia feminista y de discriminación por sexo, sus dejes se mantienen cronificados en el mercado laboral. "La proporción de hombres sube cuando el cargo es mayor", añade Carmen Gallardo, vicepresidenta de la Conferencia de Decanos, que lleva "diez años" en esa institución y, apunta, eran "solo dos mujeres" cuando ella accedió al cargo.
"Todas las comunidades tienen infrarrepresentación de mujeres", señala Pilar Garrido, presidenta de FACME
Muchas comunidades autónomas no han querido participar en la encuesta, pero en este caso, el mejor de los casos corresponde a Navarra, donde el 46,7% de los jefes de sección son mujeres, el dato más elevado de toda España. El porcentaje más bajo se obtiene en Andalucía, donde ocupan tan solo el 20,3% de los cargos. "Todas las comunidades tienen infrarrepresentación de mujeres", señala Pilar Garrido, presidenta de FACME, organización a cargo de la investigación. Aunque a todas se les solicitaron datos para contrastar y obtener información, solo doce quisieron participar.
El dato segmentado en Madrid destapa las desigualdades permanece en muchas áreas. Al analizarse 47 tipos distintos de jefaturas, vemos que las mujeres alcanzan al menos el 50% de los puestos en 20. En 18 de ellas los datos no superan el 39%, a pesar de que muchos son sectores en los que el 70% de los trabajadores son mujeres.
Y el caso madrileño no es el más sangrante. Hay comunidades como Galicia donde 13 áreas no tienen ninguna jefa de sección, a pesar de que en sectores como Familia y Medicina Comunitaria suponen más del 70% de las médicas.
Y en cambio, son solo 10 áreas donde el porcentaje de mujeres al cargo es de al menos el 50%. Los números totales de Galicia son menores que los de Madrid, cuestión que dificulta aún más la regeneración y la ruptura del techo de cristal.
La infrarrepresentación de las mujeres queda patente también en las universidades y facultades de medicina. Aunque el 45% de los docentes son médicas, queda cosntancia de que "el porcentaje de docentes mujeres en las figuras estables de profesorado es claramente inferior con respecto a los docentes hombres, siendo en las figuras más elevadas de la carrera académica realmente inferior".
Por tanto, a la luz de los datos, las mujeres catedráticas con plaza vincultada asistencial suponen el 10% del total, así como el de catedráticas totales, que se queda en un pobre 28%. En este sentido, el porcentaje de mujeres que dirigen tesis es de tan solo el 38%.
La financiación también parece ser cosa de hombres. El 45% de los proyectos presentados en el ámbito de la investigación corrió a cargo de mujeres durante el 2020, pero la realidad final es muy diferente: solo el 22% de las solicitudes fueron lideradas por mujeres y la financiación concedida a estas quedó en solamente un 24,3%.