La demanda colectiva contra el gigante minero angloaustraliano BHP por la mayor catástrofe medioambiental en Brasil llegó a los tribunales de Londres. El desastre provocado por la ruptura del muro de contención de la represa minera en Minas Gerais dejó 19 muertos y contaminó con tóxicos al río Doce. La llegada de los representantes de la comunidad indígena Krenak forma parte de las instancias iniciales de un juicio que estiman comenzará en junio de 2023.

La demanda colectiva tiene cerca de 200 mil firmas que incluyen a individous, organizaciones y comunidades que exigen una reparación por los daños ocasionados tras ruptura del dique minero Fundao el 5 de noviembre de 2015. El dique estaba ubicado cerca de las localidades de Mariana y Bento Rodrigues en el estado brasileño de Minas Gerais. Su ruptura implicó el derrame de más de 40 millones de metros cúbicos de residuos minerales tóxicos.

Demanda internacional

Cinco representantes indígenas Krenak llegaron esta semana a Londres en el marco del esperado juicio contra la minera BHP, de capitales británicos y australianos, para participar en las visitas preliminares ante la jueza Finola O’Farrell de la Alta Corte londinense.

Los representantes indígenas Krenak llegaron al tribunal con sus vestimentas tradicionales de plumas y abrigos para resistir el frío preinvernal de Londres. "Queremos luchar no sólo por la comunidad Krenak, sino por el resto de las personas afectadas", afirmó Marcelo Batista Santana, de 31 años, presidente de un poblado de 600 habitantes. También viajó la matriarca Djanira de Souza Crenaque, de 72 años.

"Estamos aquí para que se respeten nuestros derechos y para que se respete a nuestra comunidad, algo que no ha ocurrido desde que se derrumbó la represa", añadió Batista.

Catástrofe minera

La ruptura de la represa minera provocó un alud de barro que recorrió cerca de 700km por el Río Doce hasta su desembocadura en el Atlántico: mató a 19 personas, arrasó con la flora y fauna de las tierras de la comunidad Krenak y contaminó el agua del Doce, fundamental para los indígenas Krenak.

"Nuestra gente siempre ha tenido una relación espiritual y cultural con el río, que siempre ha estado ahí para protegernos" como un dios, cuenta Batista. Durante su visita se reunirá con grupos de diputados británicos a quienes les explicará la situación que vive su comunidad.

“Los ancianos sufren porque extrañan el río y los jóvenes sufren porque no llegan a conocer el río… y crecen sin saber cómo era formar parte de esa cultura", denuncia Batista.

Los demandantes exigen una compensación de BHP como propietario del 50% junto a la minera brasileña Vale de la empresa Samarco, a la que pertenecía el dique.

700 mil damnificados

Los demandantes tuvieron que atravesar cuatro años de obstáculos jurídicos. En noviembre de 2018 los abogados presentaron una demanda inédita en la historia judicial del Reino Unido. Reclamaron unos 6 mil millones de dólares ante un tribunal en Liverpool.

Sin embargo, el juez británico argumentó que los demandantes no tenían derecho a litigar en Inglaterra. El caso fue cerrado en 2020. Pero un año después lograron reabrir el caso y apelarlo. En abril de 2022 la justicia inglesa se declaró competente a pesar de que la catástrofe ocurrió en otro país, esto significa que el fallo estará basado en una legislación extranjera (la brasileña).

Para el abogado Tom Goodhead, los tribunales ingleses están acostumbrados a proceder así. “La ley que se aplica es la del país donde ocurrieron los hechos”, puntualizó. El estudio jurídico de Goodhead asegura que las indemnizaciones han sido insuficientes. La fiscalía de Minas Gerais estima que hubo unos 700.000 damnificados por la catástrofe.

Negación total

El gigante minero BHP “niega las acusaciones en su totalidad” y aseguran que ya desembolsaron más de 2 mil millones de dólares en indemnizaciones a más de 400 mil personas. Las ayudas financieras son canalizadas por la Fundación Renova, encargada de gestionar la reparación y compensación por el peor desastre minero en la historia brasileña. BHP ya pidió autorización al Tribunal Supremo británico para recurrir la jurisdicción.

"Creemos que la demanda colectiva es innecesaria ya que duplica cuestiones cubiertas por la labor de la Fundación Renova (bajo supervisión de los tribunales brasileños) y otros procedimientos legales en Brasil", afirmó su portavoz londinense Neil Burrows.