Nuestras pu lamngen están detenidas en prisión domiciliaria en un domicilio que no es el de ellas, porque fueron desalojadas. Están en una ruca, un centro mapuche que siempre se utilizó para albergar a personas de nuestro pueblo que vienen del campo cuando necesitan hacer trámites. En esa casa están hacinadas desde hace casi tres meses, son cuatro mujeres con nueve niños y niñas.
La situación judicial es muy compleja, el martes quisieron llevar adelante el juicio por usurpación de territorio sin sus abogados presentes, luego se pudo suspender, pero continúan insistiendo aún cuando sus abogados que están en Paraguay por otro juicio solicitaron en reiteradas oportunidades el cambio de fecha de la audiencia.
Vemos como constantemente se vulneran todos los derechos y no hay un debido proceso. Se está judicializando y criminalizando un conflicto que es político porque, desde hace más de 100 años, el Estado argentino tiene una deuda histórica con nuestro pueblo. Eso es lo que venimos a reclamar con esta delegación de autoridades ancestrales Mapuche Tehuelche.
La delegación surgió después de un traun (reunión) mapuche en donde se juntaron más de 100 personas, representantes de comunidades de distintas localidades de las provincias de Chubut, Rio Negro y Neuquén. Allí se decidió viajar a Buenos Aires para conversar con el presidente, entendiendo también que hay un relato hegemónico sobre nuestro pueblo donde se nos caracteriza como bárbaros, delincuentes, vagos, ignorantes, analfabetos y ahora también devenimos en “terroristas”.
Nos parece importante tener la posibilidad de dialogar acerca de los despojos sistemáticos que venimos sufriendo como pueblo, entendiendo también que tenemos una capacidad política y filosófica y que nos amparan y acompañan nuestros ancestros, quienes también fueron despojados anteriormente. Sabemos que en una reunión no vamos a resolver la historia del conflicto de nuestro pueblo, pero nos parece muy importante atender que el mismo presidente fue quien alertó sobre una situación jurídica y mafiosa que impera en el país. Las leyes están hechas para que caigan sobre los pobres, los pueblos originarios, las resistencias, pero los jueces y los fiscales parecen estar exentos de cumplirlas. Por eso nos parece importante intentar resolver estos conflictos de una manera política.
La situación de nuestras niñas y niños en situación de cárcel es gravísima, es la misma práctica que hubo con nuestros pichikeche (niñxs) durante la conquista del desierto, separados de sus madres. Ahora en prisión domiciliaria los niños que hoy tienen ocho años, cuando tenían cuatro, también fueron detenidos con sus manos esposadas, eso lo recuerdan y es muy traumático para ellos volver a pasar por lo mismo. La humillación que vivieron cuando fueron desalojados de sus casas fue una acción muy violenta.
Ponemos también en alerta esto porque lamentablemente, las instituciones lo primero que fundamentan es que somos nosotras las responsables de exponer a esa situación a nuestros pichikeche. El Estado nunca se hace cargo de la violencia con la que nos tratan y nos trataron siempre, esa es otra de las cosas que venimos a denunciar. Para nosotras es importante que la sociedad argentina empiece a poner el foco en esto que sufrimos.
Existe un Comando Unificado creado por decreto por el presidente de la Argentina, el cual no se creó exclusivamente para reprimir al pueblo mapuche, sino que puede actuar a lo largo y ancho del país para reprimir todo tipo de resistencias ante proyectos extractivistas, resistencias sociales, organizaciones y reclamos populares. Estamos atravesando un momento de mundial, nadie va a prestar atención a esta circunstancia pero la realidad es que el Comando Unificado nos preocupa.
Por otro lado, se están creando Consensos. Ya existen Consenso Bariloche, Comarca y Tucumán, son espacios que, hablando en términos jurídicos, agrupa a una asociación ilícita de empresarios, medios de comunicación, funcionarios políticos, personal jurídico, cabañeros, hoteleros y todo una serie de personas con mucho poder y dinero, que están haciendo todo tipo de operaciones en contra del pueblo mapuche y apropiándose de espacios que tienen que ver con los territorios ancestrales.
Hay que estar atentos tanto a los comandos unificados como a los consensos porque es la derecha avalada por este gobierno nacional y popular. En este momento no sabemos bien quienes nos están gobernando porque finalmente, todas las necesidades represivas que tiene la derecha también están avalados por el gobierno.
Lo que más nos preocupa como pueblo es que no solamente tienen encarceladas a nuestras pu lamngen, sino que, también le están impidiendo a todo el pueblo mapuche el ingreso a nuestro newen, que es nuestro espacio espiritual. Este no es un problema jurídico exclusivamente con la Lof Lafken Winkul Mapu, es un problema de todo el pueblo mapuche.