El juicio contra el policía Jorge Nicolás García por el femicidio de su expareja y cabo de la fuerza, Gladys Estefanía Paz, comenzó el pasado lunes en la ciudad de Metán. Lo preside la jueza Carolina Poma Salvadores, quien dispuso un cuarto intermedio hasta hoy, 15 de diciembre.
García se desempeñaba como agente del Sistema de Emergencias 911 de Rosario de la Frontera y está imputado por el femicidio de su pareja y madre del hijo en común. El defensor público Rolando Colque es quien lo representa en el juicio.
El fiscal que sostiene la acusación en el juicio es Nicolás Rodríguez, quien aplicó tres agravantes a la acusación: por el género, vínculo y alevosía.
La abogada querellante, María Octavia Albarracín, que representa ad honorem a la familia de la víctima, dijo a Salta/12 que solicitará la pena de prisión perpetua. Aseguró que con las pruebas que hay en la causa ya "se puede acreditar la autoría del femicidio".
La letrada especificó que García usó el arma reglamentaria para asesinar a su pareja. Sin embargo, no se le sumó el agravante por su función como policía, ya que el femicidio se cometió "en un ambiente doméstico".
La víctima tenía 29 años de edad y era oriunda de Antilla, localidad distante 41 kilómetros de Rosario de la Frontera, lugar donde residía y se desempeñaba en el área de seguridad vial de la Policía de la provincia. Alquilaba un departamento en el que convivía con García, el hijo en común y un hermano de ella.
Durante la primera audiencia del juicio declararon cuatro testigxs: la dueña del alquiler, una amiga, una tía y el hermano de la víctima.
Violencia de género, económica y psicológica
La abogada querellante consideró clave el testimonio de Clara Melián, amiga de la víctima, porque "conocía la relación de pareja más de cerca". Albarracín explicó que la violencia de género tiene distintas modalidades, una de ellas es la violencia económica. Melián declaró que su amiga le había contado que García era indiferente respecto a las "cargas de convivencia y mantención del niño. En vida ella estaba a cargo exclusivo del hogar y del niño. Por eso venían los mayores problemas", resaltó la abogada.
Melián también declaró que su amiga le había manifestado que tenía intenciones de separarse pero no sabía cómo hacerlo. Además había expresado que el acusado era "celoso y controlador". "Para el exterior era una relación muy hermética, eran muy cerrados. Aparentaban estar bien. La violencia de género se ejercía para adentro del hogar", advirtió la abogada.
El acusado no declaró en el juicio y tampoco lo hizo en la investigación penal preparatoria: "No hay ningún tipo de descargo de él", sostuvo la querellante.
Otra testiga de la primera jornada de juicio fue la dueña del alquiler, Fátima Dulce, quien dijo que era la víctima la que abonaba el alquiler mensual.
Femicidio y fuga
Dulce declaró que escuchó disparos y creyó que eran cohetes. Su vivienda era independiente pero colindante al departamento que les alquilaba a la víctima y al acusado.
Además, esta mujer fue quien autorizó al personal policial a pasar la tapia para ingresar al departamento de la pareja de policías cuando fueron a ver por qué se habían ausentado de su trabajo, pero al llamar a la puerta, nadie respondía.
Al entrar al departamento, los policías encontraron el cuerpo de la víctima con 5 disparos de armas de fuego. "Aparentemente (el acusado) la atacó dormida por eso el agravante de alevosía, porque no pudo defenderse", señaló Albarracín. "La pericia dice que se observa una fractura expuesta en el dedo. El médico forense explicará si lo causó la bala o se produjo manualmente. Es la zona donde ella tenía unos anillos", añadió.
También declaró el hermano de la víctima, Carlos Paz, quien convivía en el mismo departamento pero se iba a trabajar muy temprano. Ese día cuando salió creyó que su hermana y su cuñado estaban durmiendo.
Se cree que el hecho sucedió a las 10 de la mañana. Esto se debe al horario en que la dueña del alquiler escuchó los disparos. "A las 14 él se fugaba", señaló la abogada querellante. Quien lo vio huir fue la tía de la víctima, Viviana López, que vivía en la misma cuadra.
López también declaró el lunes y confirmó que vió salir a García con la moto de Paz y una bolsa de consorcio. La tía también testificó que "meses atrás la vio llorando (a la víctima) detrás de la puerta. Todos notaban una angustia en ella, estaba mal", advirtió la abogada respecto a este relato.
La abogada destacó que López detalló que Paz no se vestía como antes, estaba seria y que se había alejado del entorno familiar. "Dijo que cuando ella iba con él (García) no la saludaba, cuando iba sola sí".
La abogada también resaltó que lxs testigxs dijeron que García "era muy callado". Ella consideró que se mostraba así "para que no descubran cómo es", ya que los hombres que ejercen violencia contra sus parejas suelen "optar por mostrar una faceta que no es la real o permanecer callados" para no evidenciar su "comportamiento usual".
García estuvo prófugo varios días, hasta que se entregó en la Jefatura de Policía de la ciudad de Salta, el 20 de octubre, luego de que el juzgado de Garantías dispusiera la captura internacional. La abogada querellante señaló que tenía el arma y la moto de la víctima. Estuvo detenido con prisión preventiva en Metán pocos meses y luego solicitó un traslado a Salta, como miembro de la fuerza.
Albarracín recordó que se opusieron al traslado, en principio, por temor al riesgo de fuga, ya que García es oriundo de Capital y es donde consideraban que podía conseguir apoyo para huir. Igualmente, dijo que entiende que las personas privadas de la libertad tienen también derechos; finalmente se le concedió el traslado y hasta el juicio estuvo detenido en la Unidad Carcelaria de Villa Las Rosas.
La abogada también mencionó que en la causa hay evidencia de que el acusado planeaba fugarse a otro país y se entregó cuando las autoridades pidieron la captura internacional. Incluso señaló que la familia de García lo había ayudado a posponer su entrega, y colaborado con él en la huida.
Para hoy está previsto que declare el médico forense. También se esperan otros testigos de la defensa, la fiscalía y la querella.
"Nos interesa que estos hechos no queden impunes, ni como muerte dudosa ni que se archiven. La fiscalía ha respondido bien. Es bueno contar con un fiscal colaborativo y con empatía para familiares de la víctima", dijo la querellante.
Consultada respecto al acceso a la Ley Brisa, Albarracín indicó que la abuela materna ya tiene la tutela del hijo de la víctima, pudieron tramitar el acceso a la ley de reparación económica con el requerimiento a juicio. "Ya tienen el alta pero aún no han cobrado", precisó. También dijo que el niño no recibe aportes económicos de la familia paterna ni mantiene vínculo.
"(García) Ha dejado a un niño sin la mamá, que está transitando su primera infancia, el daño es irreparable", sostuvo la abogada querellante.