Dos cámaras enfrentadas por siete metros en el sector más profundo y lejano a las poblaciones humanas del Parque Nacional Baritú, en Los Toldos, municipio del departamento Santa Victoria, captaron la reaparición de “Diego”, el yaguareté bautizado con el nombre del ídolo del fútbol mundial en 2020, después de la muerte del Diez. La novedad no tardó en ser utilizada en las redes sociales para exacerbar el ánimo mundialista.
“Identificamos a cada yaguareté porque cada ejemplar tiene un dibujo de manchas único, y cada vez que sacamos fotos con las cámaras trampa comparamos las manchas con los ejemplares que tenemos registrados”, explicó Nicolás Lodeiro Ocampo, cofundador y actual director ejecutivo de la Red Yaguareté.
El registro y contabilización de la especie en peligro de extinción es un trabajo conjunto entre el Equipo de Monitoreo Red Yaguareté y PN Baritú.
Las cámaras trampa que se instalaron en el Parque Nacional hace aproximadamente una década, y que son recambiadas en épocas de lluvia, registraron a “Diego” por primera vez en junio de 2020. En aquella ocasión pudieron saberlo recién cuando se rescató la cámara en noviembre de ese año.
En aquellos días se había lanzado el concurso para nombrar al nuevo ejemplar, pero ante la muerte de Diego Maradona el 25 de noviembre de ese año, el equipo decidió nombrar al nuevo yaguareté con el nombre del legendario jugador. Diego, el yaguaraté, hizo sus apariciones un par de veces más y luego no se lo volvió a ver.
“No podíamos saber si había muerto o se había desplazado”, contó Lodeiro. Pero finalmente, al revisar las cámaras hace diez días, se dieron con que el animal había reaparecido en épocas cercanas al Mundial.
Solo 250 ejemplares
Las organizaciones ambientalistas, como Red Yaguareté, y agentes estatales que entienden sobre la importancia de la preservación de una especie en peligro de extinción reclaman políticas estatales que apunten a la protección del Yaguareté.
En la zona norte de Salta y Jujuy, donde fue encontrado el Diego de las Yungas, desde 2020 hasta ahora se detectaron 15 ejemplares.
Lodeiro recordó que el ejemplar registrado en la región por primera vez fue Fulvio, hace unos diez años. Aunque pensaron que podría haber muerto, “en este año se lo volvió a registrar, puede llegar a tener unos 14 o 15 años, el límite de la longevidad de la especie”, contó.
“Esto es un indicador del tiempo de persistencia de los individuos”, añadió el ambientalista al recordar que una de las principales causas de la caza de los yaguaretés es la reacción de represalia de productores luego de que el animal ataque, para comer, parte de la producción de ganado en pie.
En Argentina se calcula que quedan entre 250 y 300 yaguaretés en las provincias de Salta, Chaco, Jujuy, Formosa y Misiones.
Falta de políticas y de aplicación de leyes
Lodeiro sostuvo que no hay políticas estatales, ni de la Nación ni las provincias, que apunten a una real protección de la especie amenazada. Hay “acciones” que avisan sobre qué pasos seguir en caso de ver a un ejemplar. “En el norte de Misiones la situación mejoró. En la región chaqueña hay algunos avances. Formosa a veces acompaña pero Salta, no”, indicó al referirse a políticas planificadas desde el Estado provincial.
Recordó que desde 2013 la provincia cuenta con la Ley 7788, que dispone la “compensación a productores ganaderos por pérdidas derivadas de ataques a especies predadoras”. El texto de la ley fue actualizado al ser incluido dentro de los artículos que van desde el 21 al 23 de la Ley N° 7952, que crea el Régimen Provincial de Promoción de la Ganadería.
Allí se indica que “el decreto reglamentario determinará el monto de la compensación, la que consistirá en dinero y/o en especie”. Aunque fue buscado en las normativas locales, no se pudo encontrar el decreto reglamentario que permitiría la aplicación de la ley.
Mientras, llegó diciembre y la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó sin fecha ni lugar de concreción la audiencia judicial que había anunciado en febrero pasado. La convocatoria fue dada a conocer a Greenpeace en el marco del amparo judicial en representación de los menos de 20 yaguaretés que sobreviven en el Gran Chaco Argentino. La organización ambientalista tiene como objetivo que se garantice “Deforestación Cero” en los territorios del yaguareté y se implemente un Plan de Manejo de la especie.