El clásico argentino

¿Qué mejor manera de terminar estos días profundamente albicelestes que yendo a Choripanería, el local dentro del histórico Mercado de San Telmo dedicado al choripán? Hablamos de uno de los más clásicos sándwiches de la Argentina, el choripán, el que compite por el primer puesto patrio en una terna donde se suman tal vez el triple de jamón y queso y el sánguche de milanesa. En el caso de Choripanería se toman el desafío en serio: nacido en marzo de 2018, allí ofrecen once combinaciones de chorizo y pan francés, sumando además un par de bondiolitas y algún que otro sándwich (como el picaña e hinojos asados, $1450), para mostrarse como gran ejemplo de comida al paso. El lugar es un éxito: la barra que rodea todo el local –parrilla incluida– suele estar llena de locales y extranjeros, comiendo choripanes y bebiendo cervezas heladas en medio del tumulto del mercado. Algunos piden el solapa (chorizo y pan, nada más, nada menos, $750), otros van por el clásico (suma lechuga, tomate y cebolla morada, $870), el criollo (con salsa criolla casera, $870), el blue con queso azul, peras glaseadas y espinaca ($1150) o el patagónico (chori de cordero con tomates secos, champignones y rúcula, $1150), entre varios otros. Tal vez el más vendido sea el gaucho, con queso provoleta, morrón grillado y chimichurri, uno de los más contundentes y ricos ($1100).

Los chorizos son elaborados por un charcutero artesanal en el pueblo bonaerense de Uribelarrea, los panes tipo francés (que a propósito evitan una costra demasiado crujiente que dificulte la mordida) los hace una panadería de Temperley. Es una búsqueda de productores artesanal y meticulosa realizada por Sergio Barbui al abrir este primer local, que hoy suma dos nuevas locaciones, en Palermo y en Las Lomitas.

Más allá de lo mucho que la Argentina quiere a su choripán, no abundan los lugares en la ciudad porteña donde los hagan con calidad. Menos ahora, que ya ni siquiera los carritos de la Costanera tienen permitido encender las brasas. Choripanería es así un gran homenaje al clásico nacional.

Choripanería queda en el Mercado de San Telmo, Carlos Calvo 475, local 42. Horario de atención: martes a domingos de 12 a 20. Sucursales en Instagram: @choripaneriaalpaso.

Con aires vintage

Un local icónico que no esconde su aristocracia. Un sándwich también icónico, que atraviesa las décadas sin perder misticismo. De eso se trata La Rambla, de eso se trata su famoso lomito. La Rambla nació hace casi 60 años en una coquetísima esquina de Recoleta, en Posadas y Ayacucho, vecina al hotel Alvear y a los locales de las grandes marcas internacionales. En los principios de la pandemia, en julio de 2020, tuvo que cerrar puertas agobiado por deudas que no lograban pagar. Por suerte, hay tiempo de revancha: nueves meses más tarde La Rambla reabrió con nuevos dueños pero manteniendo su propuesta intacta, incluso con buena parte del mismo personal histórico que supo hacer de este café un emblema de la ciudad porteña.

La carta de La Rambla es de esas que ya casi no existen, repleta de opciones conocidas pero que siguen enamorando a los muchos turistas que se sientan en sus mesas: café con leche con dos medialunas ($650), submarino ($650), café vienés (frío) o irlandés (caliente), ambos a $990. Hay desayunos y meriendas (el americano tiene jugo, huevo revuelto con panceta, café, tostadas, manteca y dulce a $2750), hay medialunas de crudo y tomate ($1100), se suman varios sándwiches con pan a elección (árabe, integral, francés, miga) y la lista sigue con mucho sabor vintage: jamón con palmitos, bife a la porteña, distintas ensaladas, tablas y picadas. Pero lo que realmente sobresale, lo que no tiene comparación, es su lomito, una especialidad única que merece ser reconocida y saboreada: es un sándwich de 100% lomo (imposible mentir, se ve a simple vista) que lleva un bife entero en el medio, de hasta dos centímetros de alto, tierno y jugoso. Lo ofrecen en distintas variantes: solo ($2500), con lechuga y tomate ($2900), completo (al anterior le suma jamón y queso, $3500), americano (panceta y huevo a la plancha, $3500) y más opciones. Una de las más pedidas es la Porteño, con morrones asados, a $2950.

De postre, claro, un Don Pedro (helado con whisky y nueces, $1700), para sentirse un bon vivant de antaño, bajo la bella arboleda de la calle Posadas.

La Rambla queda en Posadas 1602. Teléfono: 6679-8333. Horario de atención: todos los días de 8 a 1.

Vientos del norte

En uno de los shoppings más pequeños de la ciudad, en la esquina de Av. Rivadavia y Riglos abrió la primera sucursal de Mercat, el mercado nacido originalmente en Villa Crespo. El lugar promete renovar la algo conservadora gastronomía de esa zona de Caballito, con varias marcas reconocidas: están las muy buenas pastas de L’Artisan, está Cacho Rotisería con su tortilla de papas, también Lado A con deliciosas salchichas y pastrón. Y pronto se sumará Kyopo, el restaurante de fusión coreana conducido por Pablo Park. Pero una de las más novedosas propuestas es Nórdica, que trae al calor veraniego parte de los sabores de la helada Dinamarca.

Nórdica es creación de Allan Johansen (en sociedad con Alejandro Montenegro). Nacido en un pueblo de Dinamarca, Allan lleva casi una década viviendo en la Argentina. Abrió el primer Nórdica en Microcentro, lo cerró a finales de 2019 y hoy en Mercat encontró su nuevo lugar en el mundo. La especialidad de la casa es el smørrebrød, uno de los platos más conocidos y replicados en toda Dinamarca. Se trata de una compacta rodaja de pan de puro centeno (elaborado por ellos mismos), que lleva por encima una capa de manteca y varios ingredientes que suman textura, acidez y sabor. Es como una generosa tapa española, en versión escandinava.

Hay cinco variedades ($900), fieles a los sabores originales del norte europeo. La clásico es la de paté de cerdo con champignones salteados, panceta ahumada, cebolla, pepino encurtido y brotes verdes que aportan frescura. También hay de bife de chorizo (cortado como fiambre) con salsa remoulade y cebolla frita; y de croquetas fritas de pescado, salsa tártara, cebolla morada encurtida, zanahoria y eneldo. Se suman además dos versiones veganas: de tomate asado, hinojo y crocante de centeno; y de tartar de remolacha horneada, alcaparras, pepinillos, cebolla y salsa inglesa. Son raciones medianas: un smørrebrød alcanza para un almuerzo ligero, perfecto junto con una lata de cerveza Carlsberg. El pan, el paté, los pickles y otras delis se venden también sueltas, como para armar en casa. Una escapada (al menos simbólica) del furioso verano porteño.

Nórdica queda en Mercat, Shopping Caballito, Av. Rivadavia 5108. Horario de atención: todos los días de 10 a 24. Instagram: @nordicasmorrebrod.