La jueza federal de Salta, Mariela Giménez, dio por formalizada la imputación penal requerida contra un hombre por transporte de estupefacientes. También ordenó su prisión preventiva y autorizó una serie de pericias pendientes.
Todo estas medidas habían sido solicitadas por el fiscal general Carlos Amad, en una audiencia de formalización de la investigación penal realizada ayer. El hombre fue detenido el martes último sobre la ruta nacional 40, a la altura del paraje El Cardonal, en la localidad de La Poma, en los Valles Calchaquíes.
En la presentación del hecho la fiscalía explicó que el conductor, identificado como Sabu Cristián Benavidez Mancilla, de 44 años, conducía una camioneta Ford Eco Sport por la ruta 40, de norte a sur, cuando en el sector denominado Playa Seca, fue detenido por una patrulla del Destacamento policial de La Poma.
Los policías, que en realidad estaban apostados para prevenir a los automovilistas por dificultades en el camino debido a las lluvias caídas en la zona, comenzaron un diálogo con Benavídez Mancilla, quien se mostró apurado por llegar al pueblo más cercano con la excusa de que quería ver la semifinal de Argentina versus Croacia.
A pesar de su apuro, Benavídez Mancilla contó que venía del paraje El Saladillo, una localidad en el mismo departamento La Poma, donde había realizado trabajos para una familia. Una vez que el conductor siguió su viaje, los policías fueron al paraje con el fin de verificar sus dichos, y se dieron con que los vecinos desconocían la versión y recordaron que habían visto pasar la camioneta roja a gran velocidad.
Con el nuevo panorama, los policías informaron a la fiscalía y se inició una búsqueda de la Eco Sport. Así, en el paraje La Quesera, a unos 26 kilómetros del municipio de cabecera, descubrieron huellas del vehículo, cuyo conductor lo habría forzado para cruzar un río en crecida.
Siguiendo las huellas pudieron dar con la Ford Eco Sport a 10 kilómetros de La Poma, en el paraje La Bajada. En ese momento, cuando Beanvídez Mancilla vio a los policías, no pudo disimular su nerviosismo.
Al requisar el vehículo, los uniformados advirtieron que el panel de la puerta derecha estaba desprendido y que en el interior se podían ver varios paquetes, por lo que la fiscalía ordenó que se precintara el automotor y se lo llevara a la dependencia más cercana para que una unidad especializada de la fuerza provincial siguiera adelante con el procedimiento.
En ese sentido, el fiscal explicó que dentro del rodado se hallaron 114 paquetes de droga, con un peso de 120 kilos de cocaína. También se secuestraron dos teléfonos celulares y una suma cercana al medio millón de pesos, en poder del conductor.