Durante el Mundial de México 1986, los jugadores de la Selección, comandados por el DT Carlos Salvador Bilardo, viajaron a todos los partidos en los mismos asientos y escuchando la misma música. Argentina había ganado y todo se tenía que repetir tal cual. Así era el “Narigón”. Llegó a amenazar con que no se presentaría a jugar si no iban los mismos escoltas policiales en todos los partidos adelante del micro. Y, a su manera, y gracias a la zurda de Maradona, por supuesto, lo logró. Argentina salió campeón del mundo. Ahora, las cábalas se repiten y multiplican. Entonces, ¿cómo no creer?

Durante el Mundial de Qatar 2022 la frase más escuchada y transitada en las redes sociales fue “elijo creer”. ¿Creer qué? Creer. A secas. Creer que los planetas están alineados y que este es el mundial de Lionel Messi y su equipo. ¿Por qué? Los motivos sobran. O eso “elegimos creer”. Si no hay, se buscan. Y por si no alcanza con las coincidencias entre el 2022 con 1986 o 1978, esta vez se suman la brujería y las promesas.

Tanto contra Alemania en 1986 como contra Países Bajos en 1978, los arqueros usaron una remera amarilla. ¿Qué remera va a usar el francés Lloris? Y sí, la amarilla. ¿Cómo no emocionarse? En esas mismas dos finales, Argentina jugó con la celeste y blanca. ¿Con qué va a jugar el domingo? Con la celeste y blanca. Como estas casualidades, miles circulan desde la previa del Mundial de Qatar y en los últimos días cobraron una vigencia inusitada.

Como si fuera poco, es el primer mundial después de la muerte de Maradona. Esto, para muchos, también es otro símbolo a tener en cuenta. Ya sea desde cómo le pudo haber impactado a nivel emocional a Messi, sucesor en el trono de la genialidad del fútbol, hasta por la idea de que el astro ahora acompaña a la Selección, pero desde otro lugar. Tal como dice la emblemática canción que suena en las plateas de Doha: “Y al Diego / desde el cielo lo podemos ver / con Don Diego y con la Tota / alentándolo a Lionel”.

Por si la numerología y la colorología fallan (divisiones, números y atuendos), está también el boom de la brujería. Se hicieron virales decenas de personas que compartieron en sus redes sociales cómo fueron congelando a lo largo de los partidos a los jugadores más importantes de los equipos a los que fue enfrentando la Argentina. Para muchos y muchas, esta puede ser la explicación del mal partido de Modrić o la causa por la que al neerlandés Gakpo se le cerró el arco custodiado por el “Dibu” Martínez.

Sin embargo, para el partido con Francia hay una complicación y se deberán buscar alternativas. Desde los grupos de “brujas” en las redes sociales hicieron una potente advertencia: “Recuerden NO congelar a los jugadores de Francia porque están metidos en magia negra y puede ser peligroso”. Obvio, se puede operar con la energía contraria: “Pueden agarrar un papel y escribir el nombre completo del jugador de la selección a quien quieran proteger, después ponerle tres puñados de sal gruesa y agua”.

Otros y otras prefieren ir por el camino institucional. Por eso, en las horas previas y posteriores a los partidos contra Países Bajos y Croacia, por los cuartos y la semifinal, las iglesias tuvieron algunas visitas más que las que eran habituales. Tal es el caso de Valentina, que fue con sus tres primas y su tía, que no están bautizadas y son “medio herejes”, a pedir una victoria de La Scaloneta.

“El gol del último minuto contra Países Bajos me hizo pelota. Este mundial es todo y a Messi lo amamos. Ahí mi mamá dijo que había que prometer algo. Que había que ir a la iglesia. Terminó el alargue y nos mira para ir a la iglesia. Vamos a los penales y faltaba el de Lautaro Martínez. Mi mamá, desesperada, pide prometer que vamos a ir a misa y bueno, el Toro mete el gol y fuimos a misa”, relata Valentina a Página/12.

El Santo Dibu y una joven en una iglesia porteña este domingo.

También está el otro tipo de promesas. Las promesas de la calle, con amigos, en pleno festejo. O, en esta historia de amor efímero, se podría decir parafraseando a Charly García, promesas sobre el semáforo. En un sentido literal. Es que tras el pase a la final, se hizo viral una foto de dos chicos jóvenes besándose apasionadamente colgados de un semáforo. Tras la repercusión, prometieron volver a encontrarse en el mismo lugar este domingo, si todo sale como los astros mandan.