Algo más de 500 jueces, fiscales y secretarios de la justicia nacional se congregaron en el complejo Parque Norte para despedir el año. Prácticamente estuvo toda la familia judicial en la cena que organizó la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. Como en toda familia, a la hora de los discursos habló el más importante, en este caso fue el presidente de la Corte y del paralizado Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti. El supremo aprovechó el fin de año para enviar un mensaje claramente político al sostener que es preciso tener un "Poder Judicial fuerte" y asegurar que "esta Corte no negocia fallos".

Entre los que aplaudían estaba el presidente de la Asociación que organizó el evento, Marcelo Gallo Tagle y el presidente de la Cámara Federal porteña, Mariano Llorens, arquero del equipo que juega en la quinta del expresidente Mauricio Macri, y que sugirió la posibilidad de hacerle juicio político y detener a Cristina Fernández de Kirchner. También participaron de la cena dos de los jueces del triubunal que condenó a CFK, Andrés Basso y Jorge Gorini.

A los que no se vio es a los jueces que participaron del tour a Lago Escondido en octubre pasado y por el que están enfrentando un proceso por dádivas. Rosatti estuvo acompañado por los también supremos Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz más el procurador interino Eduardo Casal.

Durante su discurso, Rosatti dijo que "necesitamos seguir construyendo un Poder Judicial fuerte, sin transar ni negociar nuestras decisiones. La peor consecuencia es aquella que deriva de no aplicar la Constitución y las leyes. Con la Constitución no temo ni ofendo y nadie debe sentirse ofendido". Nada dijo de los que jueces viajeros.

En otro tramo de su discurso, Rosatti afirmó --casi desde una mirada peronista-- que la justicia debe trabajar para "conseguir felicidad de la comunidad" y agregó que "a veces pasa que tenemos dudas, vivimos un clima de tensión, de rispideces. En esa situación de confusión hay que cerrar los ojos, respirar hondo y hacer lo correcto. Eso es aplicar la ley, empezando por la Constitución", afirmó.

El supremo consideró que "los buenos jueces tendrán siempre el apoyo de esta Corte, que no negocia fallos, jueces que no se cuecen en el primer hervor y que está dispuesta a apoyar a buenos funcionarios judiciales para lo cual hay que dar el ejemplo". Luego homenajeó a su colega Maqueda y recordó que ya lleva 20 años como integrante de la Corte Suprema.

Antes del discurso de Rosatti, habló Gallo Tagle en su rol de anfitrión del encuentro. En discurso que precedió al brindis por el fin de año hizo una elíptica referencia a los jueces involucrados en el tour a la Patagonia: "Si el juez pretende que se cumplan sus sentencias, debe ajustar sus estándares a lo que la sociedad espera de él", dijo ante una platea que mantuvo silencio. Luego agregó que "ningún juez puede pretender respeto si no se ajusta su conducta. Es una premisa que ha sostenido nuestra institución". Una referencia que busca responder a las voces que de a poco se están levantando en contra de la conducta de esos magistrados.