"No lo puedo afirmar de manera generalizada, pero ha habido casos de ensañamiento en el Poder Judicial. Recordemos cuando Bonadío citó a la expresidenta de la Nación a ocho indagatorias en un mismo día", declaró la nueva presidenta de la Cámara de Casación, Ana María Figueroa, consulta por la situación de la Justicia en el país.
En ese sentido, reveló: "Yo recuerdo que en alguna circunstancia intervine en recusaciones contra Bonadío y que quedé en soledad haciendo lugar porque, evidentemente, había elementos de prueba dentro del expediente que indicaban que no correspondía que siguiera interviniendo ese juez porque había demostrada parcialidad".
Por otro lado, la magistrada se refirió a la situación de la Justicia y los intentos del oficialismo por reformarlo: "Hay sectores muy mayoritarios de la Justicia que estamos dispuestos a llevar adelante. Una reforma para un Poder Judicial más democrático se puede lograr", aseguró en Toma y Daca.
Sin embargo, advirtió: "Cuando se pretende hacer un proyecto de ley sin ningún tipo de consulta, parece que es un tema de oposición, de poder político versus poder judicial, se terminan judicializando. Los resultados no son positivos. En un sistema democrático tiene que haber más coordinación".
La mesa judicial macrista
En 2020, durante una entrevista radial en Toma y Daca por AM750, Figueroa denunció a Juan Bautista Mahiques por presiones cuando el magistrado era funcionario del Ministerio de Justicia, durante el gobierno de Mauricio Macri. Las declaraciones de la jueza motivaron la investigación de la mesa judicial que continúa en curso hasta hoy.
"Me quedé en soledad. Si hubieron adhesiones, gente que me llamó y colegas que me llamaron. Pero no hubo un comunicado oficial", reveló Figueroa este sábado, consultada por el apoyo que recibió luego de prestar testimonio.
Tras la denuncia de la jueza, Mahiques fue llamado a declarar y desmintió la visita en el despacho que relató la presidenta de la Cámara de Casación. Al respecto, Figueroa sostuvo: "En la causa de la mesa judicial intervine cuando el juez a cargo me remite el oficio preguntándome sobre la situación de lo que había dicho en Toma y Daca, justamente. Y di el nombre del funcionario que había entrado a mi despacho y relaté los hechos, era Jua Bautista Mahiques".
Y concluyó: "Cumplí con la obligación procesal de decir la verdad, estaba bajo juramento. De ninguna manera puede ser atacado lo que dice un testigo bajo juramento. O sea, entre mi obligación funcional y la citación de alguien que puede estar imputado de un ilícito, ya sabemos quién es el que dice la verdad y quién es el que puede mentir para mejorar su situación procesal".