Cientos de personas realizaron ayer a la tarde, en medio de un clima inmejorable, un "banderazo" en Rosario y se concentraron en torno al Monumento a la Bandera para apoyar a la selección argentina de cara a la final del Mundial de Qatar, bajo la camiseta albiceleste más grande del mundo, con el mural de Lionel Andrés Messi como escolta desde el sur. "Vinimos con toda la familia porque no aguantamos más a que llegue el partido de mañana", indicó otro hincha que afirmó que "va a ser un partido difícil pero tengo confianza porque es la selección que más ilusiones me dio".
El banderazo se desarrolló bajo la inmensa camiseta de 18 metros por 12, que lleva estampado el número 10 y el nombre del capitán argentino, Lionel Messi, y que ayer fue colgada junto al emblemático Monumento Nacional a la Bandera para acompañar el festejo.
Hinchas y simpatizantes comenzaron a concentrarse desde las 17.30 con banderas argentinas y todo tipo de objetos de cotillón y a medida que pasaban las horas, se sumaron caravanas de vehículos con bocinazos que en cada esquina saludaban a la gente para sumar aliento para el seleccionado. No faltaron los bombos y las trompetas que, al ritmo de las canciones de cancha hicieron bailar a los manifestantes, mientras que muchos se sacaban selfies tratando de encuadrar a la flameante camiseta gigante junto a sus rostros.
La singular camiseta, catalogada como la más grande del mundo, fue confeccionada en los talleres textiles de la comuna de Serodino, a 52 kilómetros de Rosario, y desde la previa del partido con Croacia acompaña las expresiones populares de apoyo al seleccionado. "Esto es una muestra de amor a la camiseta, al país y al mejor jugador del mundo, que encima es nuestro", dijo un manifestante enfervorizado vestido de celeste y blanco.
Las manifestaciones en el Monumento a la bandera se repiten cada vez que juega Argentina. Los festejos en la previa a la final contra Francia finalizaron con todos los hinchas entonando el Himno Nacional, momento que fue replicado en redes sociales.