La selección argentina se consagró campeón del Mundo tras imponerse por penales ante Francia, luego de empatar por 3 a 3 en los 90 minutos regulares y en el tiempo suplementario. De esta forma, levanta la tercera Copa del Mundo, tras las obtenidas en 1978 y 1986.
Durante el partido, Lionel Messi abrió la cuenta de la Albiceleste a los 23 minutos del primer tiempo desde el punto de penal, tras una falta a Ángel Di María, quien a los 36 minutos de la primera parte amplió la ventaja. La Pulga amplió la ventaja con el tercero en el tiempo extra.
Para el equipo galo, los tres fueron de Kylian Mbappé, dos de ellos desde el punto de penal.
El partido fue arbitrado por el polaco Szymon Marciniak, quien fue acompañado por sus compatriotas Pawel Sokolnicki (primer asistente), Tomasz Listkiewicz (segundo) y Tomasz Kwiatkowski (VAR).