Dos años después del FIFA-gate, el mundo del fútbol se conmueve por un escándalo de corrupción, que en este caso alcanza a una de las mayores federaciones del mundo. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, fue detenido y pasará dos días en prisión antes de declarar ante la justicia el jueves.
Villar, de 67 años, preside la Federación desde 1988 y fue detenido con su hijo Gorka, acusados de malversación de fondos. La Justicia considera que se pudieron haber organizado partidos de la selección española en beneficio de Gorka Villar. Hay otros dos detenidos. Son Juan Padrón, el vicepresidente económico, que a su vez preside la federación de fútbol de Tenerife; y el secretario de esa federación, Ramón Hernández.
Presunta administración desleal, falsedad documental, corrupción entre particulares y apropiación indebida son los delitos que imputa el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien apunta a los ilícitos que se pudieron haber hecho al momento de organizar partidos internacionales.
Villar llegó al cargo en 1988 y se mantuvo en forma ininterrumpida al frente de la Federación. Hace dos meses había sido reelecto por octava vez, sin oposición y para un período de cuatro años. Bajo su mando, España conquistó el mundial 2010, las Eurocopas de 2008 y 2012, y el oro olímpico en Barcelona 92. Ningún otro dirigente deportivo se mantuvo tanto tiempo en el cargo en España y superó además las crisis de corrupción de 2015, que acabaron Joseph Blatter y Michel Platini al frente de la FIFA y la UEFA, respectivamente. En ambas entidades, Villar se mantuvo cerca del poder. Sin embargo, con Gianni Infantino en la FIFA y el esloveno Aleksander Čeferin al mando del ente de fútbol europeo, Villar perdió espacios de poder.
Los allanamientos de hoy se realizaron en la sede de la Federación, en Madrid; en Tenerife, en Mallorca y en Valencia, y no se descarta que haya más detenciones. De allí que recién se le tome declaración a Villar recién el jueves, esperando estas 48 horas en la cárcel de Las Rozas. Los investigadores llamaron “Operación Soule” a la trama anticorrupción que se reveló con los arrestos.
Concretamente, el juez cree que Padrón se habría excedido en sus atribuciones respecto del manejo del patrimonio de la federación. A su vez, el dirigente habría favorecido la contratación de sociedades que las que habría conseguido una contraprestación en beneficio propio. Gorka Villar, el hijo del máximo dirigente del fútbol español, habría sido el beneficiario directo de las contrataciones de servicios comerciales en partidos de la selección.
La detención de Villar se produjo dos días antes de un hecho que coincidirá con su declaración ante el juez: el sorteo de la liga española, cuya temporada 2017-2018 arranca en agosto. Allí hay un conflicto en ciernes entre la Federación y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que dirige Javier Tebas, rival de Villar. La LFP negocia los derechos de TV y deja a la Federación el manejo de administrativo, como la designación de árbitros, además del control de las selecciones. Tebas pretende que el sorteo se haga, mientras que los dirigentes de la Federación quieren que se posponga.
No se descarta que Villar pueda quedar libre el jueves. Si así fuese, muchos especulan con que se aferrará al cargo aun cuando siga su curso la causa judicial.